¿Os había dicho alguna vez que soy una mataplantas?
A ver no voy por ahí con los ojos fuera de las órbitas buscando desesperadamente plantas para matar, pero no me aguanta una viva. Yo no se qué es, porque da igual que las cuide yo o que las cuide otra persona, el caso es que si están cerca de mí mueren, no hay más. Y si las cuido yo ¡qué os voy a contar! se tiran ellas solas directamente por la ventana para que su muerte no sea tan agónica.
Por eso estoy especialmente orgullosa de la receta de hoy. Tallarines con tomate y albahaca, ¡MI ALBAHACA!.
(Y cada vez que digo ¡MI ALBAHACA! recuerdo aquel capítulo de Friends en el que a Ross le comen su bocadillo de sobras de Acción de Gracias, y pega tal grito al decir ¡MI BOCADILLO!, que espanta todas las palomas de Nueva York.)
Lo siento chic@s, sabéis que así son las cosas por mi cabeza, no lo puedo remediar.
A lo que iba. MI ALBAHACA. ¡Me ha durado más de un mes! Y está espectacular. Salvo algún mordisquillo de algún caracol cabroncete claro. He querido aprovechar a hacer una receta con la albahaca de protagonista porque no creo que dure mucho más. ¡Es dificilísimo plantar albahaca! Todas me mueren, y he debido de tener ya 10 plantas y he puesto otros tantos semilleros. Pero claro, no sé si es por mi habilidad de matar plantas o porque la albahaca es particularmente puñetera.
Tallarines con tomate y albahaca. Que bien podían ser tallarines, espaguetis, macarrones o caracoles (grrr, pequeños cabroncetes…). El caso es que una buena pasta con tomate casero, albahaca y queso parmesano… no se puede pedir más. Para mí es uno de los platos más sencillos y ricos que existen. Vamos a ello.
Pero antes… Lo confieso… La albahaca de la ensalada caprese era comprada. No era ¡MI ALBAHACA!
Ingredientes (para dos personas):
- 200 gr de pasta.
- 10 hojas grandes de albahaca fresca.
- 20 gr de queso parmesano rallado.
- Salsa de tomate exprés (para dos personas usaremos la mitad de las cantidades indicadas en la receta).
- Sal (para cocer la pasta).
Elaboración:
- Empezamos preparando la salsa de tomate exprés. ¿La recordáis? Picábamos el ajo y la cebolla en brunoise, lo hacíamos en una sartén con aceite de oliva suave y a los 5 minutos añadíamos el tomate triturado. Aquí lo vemos con detalle.
- Mientras se hace la salsa de tomate ponemos al fuego el agua para cocer la pasta. También vimos en su día los detalles para cocerla correctamente. Yo esta vez he usado pasta fresca que requiere un tiempo menor de cocción. Siempre miraremos las indicaciones del paquete de pasta porque ahí vendrá perfectamente indicado el tiempo adecuado para hacer esa pasta en concreto. En este caso los he tenido hirviendo durante 4 minutos.
- Hemos de calcular el tiempo para que la pasta nunca espere por la salsa. Si algo tiene que esperar, ha de ser la salsa. De esa forma tendremos la pasta en su punto.
- Justo antes de apagar la salsa picamos la albahaca fresca. Reservaremos 4 hojas para decorar y picaremos el resto. Echamos la albahaca en la salsa, removemos y dejamos que el aroma de la albahaca se integre bien en la salsa aún caliente. Podemos echar la albahaca directamente en el recipiente donde hemos hecho la salsa o en una salsera aparte como he hecho yo para tenerla lista para servir.
- Sacamos la pasta, la escurrimos bien en un colador SIN ENGUAJAR CON AGUA, y la disponemos en los platos.
- Echamos un par de cucharadas de salsa de tomate, espolvoreamos con el queso parmesano rallado, decoramos con las hojas de albahaca reservadas y servimos.
Notas.
- Es muy importante cortar la albahaca justo antes de utilizarla porque una vez cortada ennegrece. Lo podemos ver perfectamente en las fotos. El escaso tiempo que tardé en sacar las fotos del corte y de la incorporación a la salsa fue suficiente para que perdiera color.
- El queso siempre es mejor rallarlo al momento, el sabor es más intenso. Aunque no es imprescindible. Yo esta vez lo he hecho con queso rallado para terminar el que me quedaba en la nevera y el resultado es genial también.
- No me cansaré de repetirlo. Si no controlamos todavía el tiempo para hacer las dos cosas a la vez haremos primero la salsa y, cuando le quede poquito a ésta, haremos la pasta. La pasta no ha de esperar, como la novia el día de su boda 🙂
- Si por lo que fuera nos despistamos con el tiempo y la pasta acaba esperando le podemos echar una cucharadita de aceite de oliva que removeremos bien para que no se pegue.
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