¿Os había dicho alguna vez que soy la persona más ñoña del mundo mundial?
A ver, yo sabía que era ñoña, salta a la vista. El logo de A freír espárragos es un corazón, la página es rosita… pero hoy he vista la confirmación a que soy la más ñoña del mundo.
Como sabéis hace poquito que me he mudado. Me he vuelto a la ciudad a vivir sola. Cuando pasas momentos así, un poco duros digamos, pasas por muchos estados y uno de ellos, el que debería de ser siempre, es el del optimismo puro y duro. ¿Sabéis que fue lo que pensé yo en ese momento? Uy, ¡voy a poder comer lo que quiera y voy a poder poner corazones por casa a tutiplén! Así que empecé a llenar la casa de mis ñoñadas. Pero no me había dado cuenta de la fiebre que me dio hasta esta mañana, cuando me pongo a fotografiar la salsa y busco una cuchara que me haga un poco de juego con la bandejita naranja. ¡No hubo manera oiga! ¡Toda mi cubertería es rosa! No tengo ni una puñetera cuchara sin mango rosa. Grrr, maldita ñoñería llevaba al extremo…
A lo que vamos, salsa alfredo. Uno de mis puntos débiles, a parte de no dárseme muy bien cocinar para tropecientas personas, son las salsas. No paso de la bechamel, la salsa de tomate y la de queso azul. Por eso cuando empezamos a dar salsas en la escuela me alegré un montón, porque es algo que quiero cambiar a la de ya. Irónicamente es el único examen que me ha salido de pena… Hey, pero de teoría, no tengáis miedo, que la salsa de hoy está que te mueres de buena.
Salsa Alfredo. Salsa italiana que tiene multitud de variantes. Hay quien la hace con queso crema, con parmesano, con mozzarella, con jamón, con vino… La que os traigo hoy es la que me han enseñado en la escuela adaptada a mis gustos. Espero que os guste. Le va perfecta a la pasta.
Ingredientes:
- 50 gr de mantequilla.
- 1 diente de ajo.
- 2 cebollitas francesas (o 1 cebolla pequeña).
- 50 ml de leche.
- 100 gr de queso crema.
- 50 ml de vino blanco, a ser posible, seco.
- 1 cucharadita de café rasa de maicena.
- 1 pizca de sal.
- 1 pizca de pimienta negra molida.
- Eneldo fresco para espolvorear (opcional).
- 50 ml más de leche para hacer la salsa menos densa (opcional).
Elaboración:
- Picamos el ajo y las cebollas en brunoise fina.
- En una sartén o sauté derretimos la mantequilla a fuego medio-bajo y agregamos la cebolla y el ajo picados. Cocinamos a fuego lento hasta que la cebolla esté transparente.
- En este punto agregamos el vino blanco y subimos el fuego para que se evapore el alcohol.
- Mientras mezclamos en un vaso la maicena y 50 ml leche fría y removemos hasta disolver. Añadimos la mezcla poco a poco a la sartén mientras removemos para que no se pegue.
- Cuando esté bien caliente y empiece a espesar agregamos el queso crema y removemos hasta disolver. Cocinamos a fuego lento hasta que empiece a hervir (no mucho, simplemente hasta que haga unas pequeñas burbujitas). La textura debe ser cremosa.
- En este punto si vemos que la salsa es demasiado espesa para nuestro gusto añadimos un poquito más de leche. Yo le echo 50 ml más, es la cantidad que os marco como opcional en los ingredientes.
- Salpimentamos, añadimos el eneldo, integramos y servimos.
Nota.
- Si nos sobrara salsa o no la fuéramos a usar en el momento la guardaremos tapándola con papel film. Es importante que el papel film toque totalmente a la salsa para que no haga costra. Esto nos vale para cualquier salsa o crema de este tipo que tienden a crear costra: bechamel, crema pastelera… etc.
- A la hora de calentarla de nuevo lo haremos al baño María para que no se pegue y se estropee.
¿Sabías que…?
La salsa Alfredo fue creada en 1914 por Alfredo Di Lelio para acompañar los fettuccini, como una variante de los fettuccini al burro (fettuccini con mantequilla). La intención era que su esposa embarazada pudiera digerir mejor el plato. La receta original consta de mantequilla y parmesano rallado a partes iguales.
Evelyn dice
Ana, hay que pensar que los cambios casi siempre son para mejor y eso de estar optimista es muy bueno, como dices, debería ser así siempre. Yo también soy ñoña… y que tiene de malo, jeje. Las salsas también son uno de mis puntos débiles. Esta no la conocía, pero si la pruebo seguro que me encantará. Un besiño.
Ana dice
Muchas gracias Evelyn. Cómo me alegra cuando te veo por aquí. Ando a tope, pero os sigo visitando aunque no deje rastro 🙂 Gracias por tus palabras de verdad, estoy segura de que todo irá genial. Un besote enorme!
Sonia dice
¡Qué bien volver a leerte! La verdad es que te echaba de menos. Espero que todo, aunque duro, esté yendo fenomenal. Un besote.
Ana dice
¡¡Hola Sonia!! Muchísimas gracias guapetona. La verdad que sí. Con las clases y todo no hay tiempo ni para pensar. Os tengo abandonaditos a todos, pero de ti me acuerdo tooodos los días que tengo mi búho colgado en el ordenador 🙂 Un besote grande!!