Con toda esta historia de aprender a cocinar he llegado a punto en que me niego rotundamente a comprar productos precocinados, prefabricados, deshidratados y todas esas porquerías que acaban en “ados”. Quizá suene demasiado contundente y probablemente caiga en la tentación de vez en cuando debido al poco tiempo que tenemos en esta sociedad de “ir a la carrera”. Pero mientras pueda… los descarto del menú. Tanto es así que estos dos últimos fines de semana comiendo todo casero nos hemos sentado a la mesa a las 5 de la tarde. Una que se planifica mal entre limpiar, cocinar… etc. ¡Hoy voy a echar el euromillón! Y si me toca nos os invito a todos a cenar en un sitios que cocine bien caserito. Ahora que todavía somos poquitos en A freír espárragos, jejeje.
Recuerdo que de peque no me hacía mucha gracia el puré de patata casero. Jo mami, es que tiene grumos. ¡Bendita ignorancia! El puré de patatas industrial, las patatas congeladas… Si es que de pequeños ¡somos un poco tontos! Y digo un poco para que nadie se ofenda.
¿Sabéis a que viene esa “grumosidad” del puré de patata? Tiene su explicación. Y yo, como siempre, me he enterado hace cuatro días. Y os lo voy a contar 🙂
Imagino que pensaréis ¿Por qué leches el puré de patatas casero es tan espeso con las maravillosas batidora que hay hoy en día? El puré de patata casero no se tritura a máquina, se tritura a mano, bien con un tenedor, bien con un pasapurés. Cuando la patata se pasa por la batidora o robot de cocina se rompen las moléculas de almidón, éste se libera en exceso y da como resultado una masa elástica y pegajosa, con una textura como de chicle.
Otra cosa que deberemos tener en cuenta es el tipo de patata a usar. Usaremos patatas harinosas, como la variedad Monalisa. Pero no os obsesionéis con esto, cualquier tipo de patata para cocer (suele venir en el envase escrito o nos lo puede decir el frutero majete) nos valdrá.
Es aconsejable machacar las patatas cuando aún están calientes. De esta forma será más fácil triturarlas y evitaremos en mayor medida los grumos.
Y después del señor rollazo vamos a ello.
Ingredientes:
- 1 kg de patatas.
- Agua.
- 1 cucharadita de postre colmada de sal.
- 100 gr -200 gr de leche.
- 75 gr de mantequilla.
Elaboración:
- Lavamos bien las patatas y las ponemos a cocer con la piel. Como comentamos en su día solo tenemos que cubrirlas abundantemente con agua, echarle la cucharadita de sal y poner en el fuego a hervir. Tardarán entre 20 y 40 minutos en estar listas. Dependerá del tamaño de la patata.
- Como sabemos para comprobar que estén solo tenemos que pincharlas con un cuchillo, si éste entra con facilidad y sale de la misma forma será que están listas. Acordaos de usar patatas del mismo tamaño aproximadamente, para que el tiempo de cocción sea igual para todas.
- Una vez listas las dejamos enfriar. Os cuento un truquito que nos ha dejado Conxin en la entrada de cómo cocer patatas con piel. Cuando las patatas estén cocidas le damos la vuelta al cazo con el que las hemos hervido y las cubrimos con él un rato hasta que no quemen y podamos manipularlas. Yo creía que así se mojarían más las patatas pero ¡nada que ver! Las patatas se secan con el vapor y sí que resulta más fácil pelarlas. Eso sí, tendremos que esperar un poquito más porque tardan más en entibiar.
- Partimos las patatas en trozos y las pasamos por el pasapurés. Si no tenemos (a mí me lo regaló mi madre la semana pasada, ¡gracias mami!), las ponemos en un plato y las machamos con un tenedor.
- Una vez bien machacadas las patatas añadimos la mantequilla. Si las patatas siguen calientes la agregaremos en trozos, ya que se deshará con el calor de la patata. Si se han enfriado (como me ha pasado a mí por tardar tanto en sacar las fotos) calentaremos la mantequilla un poquito en el microondas para poder integrarla sin problemas.
- Una vez integrada la mantequilla agregamos la leche que habremos calentado (no hervido) previamente en un cazo.
- Mezclamos bien y servimos.
Notas.
- El puré de patata endurece muy rápido, por lo que es aconsejable usarlo nada más hacerlo.
- En el caso de no usar el puré inmediatamente y que nos haya endurecido podemos conseguir una textura más suave agregándole otro poquito de leche caliente y removiendo. La echaremos poco a poco hasta alcanzar la textura deseada.
- Si queremos un puré de patata más sabroso podemos añadirme una yema de huevo.
- Si lo queremos más esponjoso podemos agregarle una clara de huevo batida a punto de nieve.
- Si queremos reducir unas poquitas de calorías usaremos leche semidesnatada.
Y creo que no me queda más que contaros. He estado viendo más recetas de puré de patata con un procedimiento diferente con una pinta que promete. Como siempre os mantendré al tanto en cuanto lo pruebe.
Y vosotros, ¿tenéis vuestro truco particular para hacer el puré de patata?
Lentes Rosas dice
Yo nunca lo he hecho pero veo a mi madre hacerlo… ella las hace en la olla express y ya peladas! pasa algo si se cuecen ya peladas? así luego no hay que esperar a pelarlas y se puede tomar calentito… mmm
Yo en mi año de Erasmus comía muchísimo pure de patatas de ese de sobre.. que le echabas el agua y ya estaba listo.. me gustaba mucho pero después probé el de mi madre (antes le hacía ascos) y me encantó! mucho más que el otro! jaja
Ana dice
¡Hola Isabel! Me has leído la mente, jajaj! Es la idea que os comento que tengo que poner en práctica 🙂 Normalmente se cuecen con piel para no perder el sabor de la patata, pero si lo hacemos con las patatas peladas y con la leche (o agua, según gustos) justa para hacer el puré… (es decir, no tiraríamos el agua después, si no que haríamos el puré con ese líquido), no deberíamos de tener problema, ¿no? 🙂 Lo probaré y os cuento. ¡Muchísimas gracias por tu comentario! Tengo pendientes por leer muchas entradas de tu página porque me ha encantado, de verdad. Pero entre no tener tiempo ni ordenador no se me logra, grrrrr.
Un besote grande!
ana muel rodriguez dice
Gracias a ti hija mía, la hija más guapa, buena, trabajadora, simpatica y generosa del mundo mundial, pues estoy aprendiendo mucho contigo. Besotes
Ana dice
Jajajaja, ¡gracias mami! No se ha notado para nada el amor de madre 😉 ¡Mua!