¡¡Siempre te perdone porque antes era fácil, cuando quieres a alguien lo perdonas sin maaaaaaaas!!
¡¡No quiero verte cerca del culo de mi vasooooo!!
Vale, ¡¡lo siento!! Pero estoy contentísima y emocionadísima.
Agradecidaaa y emocionadaaa.
Ya voy, ya. ¿Sabéis desde donde escribo? ¡Desde mi casa! Pero directamente, ¿eh? No estoy escribiendo en Word y guardándolo en la tarjeta de memoria para copiar y pegar en la oficina. No, no, desde MI CASA. Ordenador y música de fondo, por eso el arranque a cantar. En tiempo real, ¡olé! No, todavía no tengo internet, pero gracias a las nuevas tecnologías puedes enchufar el móvil y ¡pa’lante!
Os diréis que soy un poco paquete, ¿no? Que como no sabía eso. Sí, sí lo sabía, pero no estaba segura de que fuera a funcionar. Y lo he puesto yo solita. Sí, como lo oís. Yo, que creo que un router es una pieza de un coche. Yo, que busco la palabra router en google para escribirla bien y, estando conectada en el ordenador, voy y cojo el móvil para buscarlo. Yo, que estoy escuchando la música con los cascos porque no sé configurar unos altavoces.
Esta semana toca dulce. Me habíais pedido postre ñoño para San Valentín y aquí está la primera parte. Frixuelos. Que además nos viene muy bien para carnaval, son típicos de esa fechas.
Los frixuelos son una especie de tortitas asturianas, en Galicia se conocen como filloas. Tan sólo son una mezcla de harina de trigo, huevos y leche. Aunque estemos acostumbrados a su versión dulce, la masa no lleva azúcar por lo que, dependiendo del relleno o acompañamiento pueden ser dulces o salados. La forma más tradicional de comerlos es espolvoreándolos con azúcar, sin más. Es la manera más tradicional y como se han comido siempre en mi casa. Pero también hay quien los acompaña con miel, mantequilla, nata, crema pastelera, chocolate, compota de manzana… Para los salados también hay infinidad de opciones, rellenos con salpicones de pescados y mariscos, cremas de queso, carnes y verduras, setas… Lo que se nos ocurra. ¿Es comida? ¡Pues se puede meter en un frixuelo!
No sé si vosotros tenéis alguna tradición de comidas en casa. En mi familia suele haber bastantes. Me explico con lo de tradición de comidas. En casa de mi abuela siempre que hay lentejas para comer, hay frixuelos de postre, van de la mano. Mientras que en casa de mi madre si había lentejas siempre nos comíamos detrás una lata de sardinas en aceite. ¡Lo que nos gustaba a mi hermano y a mí mojar el pan en el aceite directamente de la lata! Soy de esas personas que deja lo que considera lo más rico para el final, así que me comía las sardinas al principio para reservar el “rebañao”, pero el cabroncete de mi hermano empezaba mojando para no dejarme nada. Así que yo acababa empachada de sardinas y mi hermano harto de pan con aceite.
¡Pues si quieres comer pan con aceite cómelo primero!
Lo sé, pero es imposible, tengo que hacerlo así. Lo más rico para el final. Y por la misma sencilla razón cuando como un huevo con patatas recorto la clara hasta no dejar ni un borde de la misma de forma que dejo para el final la yema de huevo intacta y unas poquitas de patatas. Manías que tiene una.
Ingredientes:
- 125 gr de harina.
- 250 ml de leche.
- 1 huevo.
- 1 chorrito de anís o brandy (opcional).
- Mantequilla (para engrasar la sartén).
- Azúcar (para espolvorear después de hechos).
Elaboración:
- Batimos en un bol el huevo junto con la leche y el chorrito de licor.
- Añadimos la harina poco a poco a la vez que removemos para que no salgan grumos. Debemos obtener una crema uniforme y ligera.
- Una vez que tengamos una mezcla homogénea la dejamos reposar una hora en la nevera cubierta con un paño. Sin que que el paño toque la masa, ¿eh? Tapamos con un paño para que la masa respire pero que, a la vez, esté cubierta del resto de olores de la nevera. Removemos de vez en cuando.
- Y freímos. Para ello ponemos una sartén a fuego medio-alto y engrasamos con mantequilla. La grasa apenas ha de cubrir la superficie, por lo que la echaremos como vemos en las imágenes, frotando la superficie de la sartén para engrasar y retirando el sobrante.
- Echamos la medida de un cucharón o un poquito menos. Debemos echarlo en círculo y mover la sartén a la vez para que se acomode por toda la superficie, quedando una película fina. Debemos hacer esta operación muy rápido para que no nos cuaje de forma desigual.
- En cuanto veamos que el frixuelo cuaja y se dora despegándose del contorno le daremos la vuelta. Veremos cuál es el momento porque los bordes estarán doraditos.
- Aquí viene el momento delicado. Ahora podemos darle la vuelta en el aire (¡Já!) o ayudarnos con una espumadera y con la mano.
- Haremos del mismo modo por la otra cara. En esta ocasión veremos cuando está hecho porque notaremos como se hacen burbujitas.
- Cuando esté listo volcamos en un plato espolvoreado con azúcar y echamos azúcar por la superficie. Vamos colocando unos encima de otros, alternando la capa de azúcar.
Notas.
- Como hemos dicho los frixuelos han de ser muy finos. Es habitual que el primero que hagamos sea para tirar. No os preocupéis, siempre pasa, pero según vayamos cogiendo práctica nos saldrán.
- Para su presentación, como son tan delgados, podemos doblarlos con uno, dos o cuatro pliegues. Aunque lo habitual es enrollarlos.
¿Sabías que…?
Los frixuelos son típicos de carnaval, que coincide con la fecha de matanza. Por esta razón solía añadirse a la masa un pocillo de sangre fresca del gochín para que diera color y gusto al frixuelo, tanto para recetas dulces como para saladas. En este caso el frixuelo pasa a llamarse “figüela.”
Silvia dice
Hola Ana!! Me ha encantado ver esta receta en tu blog. Yo las llamo crepes, los ingredientes son los mismos y los hago desde que tenía 14 años. Hacia los crepes e invitaba a mis amigas (ja,ja,ja,ja,ja) y los sigo haciendo. Los relleno con nata o con mermelada de merlocoton Ummm!!! Me encantan!!! Un besito
Ana dice
Hola Silvia! Sí, son los crepes, pero tira tanto la tierra que… frixuelos! 🙂 Qué ricos con nata. Y con nata y chocolate? Me encantan. Creo que yo también me voy a hacer una tarde de esas. Un besazo!!
Arasia dice
En realidad hay diferencia entre los frixuelos y los creps, la proporción de leche y huevos no tienen nada que ver. Los creps llevan mas huevo 😉
Y a mi como tambien me tira la tierra me gustan mucho mas nuestros frixuelos jeje
Ana dice
Yo creía que los crepes eran más gorditos también. Está bien saber también lo de las proporciones de leche y huevos. Totalmente de acuerdo, la tierra tira, frixuelos!:)