Cada día me flipa más todo lo que se puede hacer con leche, huevos y azúcar. Un, dos, tres, responda otra vez…
Flan.
Tortilla dulce (¿Por qué no?)
Ponche de huevo (esto me lo chivó Google).
Leche frita (añadiéndole maicena, pero nos vale).
Torrijas (sólo nos falta el pan).
Un montón de cosas. Cambio aquí y cambio allá y pasamos de un flan, a unas natillas, a una crema pastelera o unas torrijas. ¡Qué versatilidad! ¡Manda huevos… leche y azúcar! Hoy vamos a ver cómo se hace un flan, temido por unos y amado por otros. Yo era de las primeras y acabé siendo de las segundas. Pero antes una curiosidad. Educativa, ¿eh? Que no se diga.
¿Os dais cuenta de esos flanes que tienen agujeritos? ¿Sabéis lo que es? Es un defecto. Lo siento mucho pero es así. Cuando un flan tiene agujeritos es porque es un flan mal hecho. ¿Sabéis por qué pasa? Los agujeritos en el flan se dan cuando hay un exceso de cocción o de temperatura. Puede pasar porque lo hayamos cocido más tiempo del indicado o, y esto es muy frecuente, porque el agua del baño María hierva. Si el baño María hierve, le estamos dando un exceso de temperatura y el resultado será el mismo. Hay gente a quien le gustan esos agujeritos, y asocian un flan hecho así con un flan casero. Nada que ver con la realidad. Una flan casero puede estar perfectamente meloso. Os traigo esta receta porque me la dieron este verano y no falla. Tan sencilla como mezclar los ingredientes y llenar los moldes. Pero antes de eso vamos a ver como se prepara un caramelo.
Sabéis que un caramelo no es más que azúcar, ¿no? Azúcar que se pone al fuego hasta que adquiere un color dorado. Para ser un poco más precavidos, el azúcar se suele mezclar con un poco de agua y un poco de zumo de limón. La función del agua es que el calor se distribuya más rápido y más uniformemente. El zumo de limón tiene además otra función. Cuando hacemos un caramelo o un almíbar se suele echar un poco de zumo de limón para que no se empanice, es decir, para que no se formen grumos. Hay dos pautas fundamentales a seguir para que no se empanice un caramelo o un almíbar. Una es, como hemos visto, añadir unas gotas de limón, y la otra es NO TOCAR EL ALMÍBAR NI EL CARAMELO CUANDO ESTÉ AL FUEGO. Esto es importante. Aparte de que si tocáis caramelo con una espátula de plástico os quedáis sin espátula (os lo digo por experiencia). El caramelo quema… uff lo que quema el caramelo. ¡Muchísimo! Así que mucho cuidado al manipularlo. El truco es mezclar bien el azúcar con el agua fuera del fuego y, a partir de que lo pongamos al fuego, no tocarlo más.
Podemos hacer esta receta de dos formas: o al horno, o en la vitrocerámica. ¿En la vitro? Sí, o en el gas bueno. ¿Cómo podemos conseguir ese efecto horno en los fogones? Usando recipientes con tapa. Si hacemos un baño María en el horno, tan sólo tenemos que poner los flanes en un recipiente apropiado para horno y listo. Si lo hacemos en la vitro además necesitaremos que el recipiente donde hagamos el baño María tenga tapa y que tape perfectamente los flanes.
Es una opción muy cómoda por el tema económico, por los clavos que meten de luz por encender el horno. Además también podemos controlar muy bien que no hierva el agua. Para controlar esto mejor podemos hacer un truco muy común. Se trata de poner papel en el fondo del recipiente, debajo de los moldes de flan. No sé por qué pero funciona. Eso sí, con una temperatura controlada. No vale poner en el fondo un puñado de servilletas y encender el fuego a tope.
Ingredientes:
Para el caramelo:
- 150 gr de azúcar.
- 4 cucharadas de agua.
- 1 cucharadita de zumo de limón.
Para el flan:
- 1 litro de leche.
- 8 huevos medianos.
- 210 gr de azúcar.
Elaboración:
Del caramelo:
- Echamos en un cazo todos los ingredientes, el azúcar, el agua y el zumo de limón colado. Lo removemos bien hasta integrarlo y lo acomodamos en el fondo del cazo. Lo ponemos a fuego medio y no lo volvemos a tocar.
- Cuando el caramelo tenga un color dorado lo apartamos del fuego y lo vertemos en el molde o los moldes que vayamos a usar.
- Movemos los moldes con rapidez para que se distribuya el caramelo por el fondo y reservamos.
Del flan:
- En un bol amplio, o en el vaso de la batidora si es lo suficientemente grande, echamos todos los ingredientes y batimos con la batidora hasta que quede homogéneo.
- Vertemos en los moldes con caramelo (una vez duro) y cubrimos con papel de aluminio para evitar que entre agua. Es conveniente no llenar los moldes del todo para que el papel no toque la mezcla.
- Lo ponemos al baño María (echamos agua hasta la mitad de la altura de los moldes) y los metemos al horno a 160ºC (horno precalentado) durante 40 minutos. También lo podemos hacer en los fogones del mismo modo. El tiempo será el mismo, aunque comprobaremos por si acaso. Para comprobar destapamos el papel y pinchamos en el centro con un palillo. Se suele decir que está hecho cuando el palillo sale limpio pero no es del todo cierto. Si sale un poco manchado, solo un poco, lo podemos sacar también, porque terminará de cuajar mientras enfría. ¡Pero solo un poco!
- Sacamos del agua con ayuda de un guante de cocina y dejamos enfriar.
- Cubrimos con papel film y reservamos en la nevera hasta que los vayamos a consumir.
- Papel desmoldarlos tan sólo tenemos que pasar el filo de un cuchillo por las paredes del flan, y volcarlo en un plato.
Notas.
- Los moldes que he usado para estos flanes son los típicos de 125 ml. Para moldes más grandes necesitaremos más tiempo.
- Como hemos dicho es habitual que el flan se pinche como los bizcochos para comprobar que está hecho. Es decir, si el palillo sale limpio es que está. Yo no lo recomiendo. El flan suele quedar más rico y más ligero cuando el palillo todavía mancha un poco, ya que sigue cuajando una vez fuera del fuego, así que guiaos por el tiempo. De todas formas, digo lo mismo que siempre, probad y probad hasta dar con vuestro punto perfecto.
- Si queréis añadir algún aroma basta con echarlo en la leche e infusionarla. Echamos vainilla, canela, cáscara de limón, cáscara de naranja… a la leche y la ponemos al fuego hasta que esté a punto de hervir. En este momento la apartamos del fuego y la dejamos reposar tapada 20 minutos. Colamos, dejamos entibiar para que no cuaje el huevo al añadirlo y hacemos la receta como de costumbre.
- Para amortiguar la ebullición del baño María (por si no estamos atentos y se nos pasa) ponemos un papel o un paño en el recipiente antes de echar el agua del baño. En el suelo del recipiente, debajo de los moldes.
Mayte Garcilles Garcilles dice
Un dulce tipico y riquisimo, te han quedado geniales, me comia uno ahora mismito. Sdemas de con un montón de consejos muy buenos
Besos guapetona
Ana dice
Muchísimas gracias Mayte!! 🙂 Un besote!
Cristina dice
Que rico , me encanta este flan , nunca lo hice así oseá que probare.
Besos crisylaura.
Ana dice
Muchas gracias Cris! Ya me contarás, no falla. Un besito!
Alba dice
Hola! Me han pedido que haga un flan con quesitos, y me gusta mucho como quedan con esta receta. Sería posible que me salieran bien si simplemente agrego los quesitos a la mezcla del flan?
Ana dice
Buenas noches Alba!
Disculpa el retraso, supongo que ya lo hayas hecho… No he probado a hacer esta receta con quesito, pero no creo que tuvieras problema. Imagino que simplemente quedaría más consistente que el normal y nada más. Te diría que probases y, si te queda más consistente como te cuento, resta un huevo para la siguiente vez.
Un abrazo!