¿Recordáis que en la vinagreta de frutos secos veíamos las proporciones de vinagre y aceite en una vinagreta?
Hoy vengo a llevarme la contraria. La normal general a la hora de preparar una vinagreta es añadir una parte de vinagre por cada tres partes de aceite. ¿Por qué? Porque de otra forma el vinagre mataría el sabor de los demás ingredientes. Ojo, esto es una proporción general, hay quien prefiere las vinagretas más fuertes y quien las prefiere más suaves. Cuestión de gustos.
Es cierto que podemos hacer una vinagreta con vinagre y aceite, de hecho es la receta base de vinagreta. Pero a partir de ahí llegó la revolución y, actualmente, podemos encontrar vinagretas de todo tipo, incluso vinagretas sin vinagre. Digo esto porque un buen ejemplo de ello es la que os traigo hoy, os traigo vinagreta de mentira.
¿Sabéis cuál es un buen sustituto del vinagre? El limón. No traigo vinagre porque traigo limón. El caso es dar un toque ácido al asunto. Realmente estas medidas y estos ingredientes que os traigo son tales porque he hecho el aliño a mí gusto personal. Podía haber incluido tanto vinagre como limón, pero el nivel de ácido, para mi gusto, se dispararía.
Vamos a la cuestión. Como vimos en su día, para hacer una vinagreta tan sólo necesitamos echar una parte de vinagre por cada tres partes de aceite y, a partir de ahí, añadimos los ingredientes que queramos. Así que eso fue lo que hice con la vinagreta de cítricos. Mi idea principal era hacer estas medidas y añadir los cítricos pero, ¿no será pasarse hacer una vinagreta con limón y vinagre? Así que, eliminamos el vinagre y listo. Aunque podríais probar a incluirlo de todos modos si os gusta el toque que le da. O sustituir el limón por el vinagre por ejemplo, pero entonces sería una vinagreta de naranja. Cuestión de probar señores.
¿Qué debemos tener en cuenta? Que si nos pasamos de ácido podemos contrarrestarlo con azúcar. ¿Y si me paso de azúcar? Pues un poquito de sal. Hay que perderle el miedo a estos aliños porque son lo más fácil del mundo y tan solo se trata de jugar, como con el Quimicefa, para dar nuestro toque personal.
Ingredientes:
- Zumo de una naranja.
- Zumo de un limón.
- 1 cucharada de mostaza de Dijón.
- 75 ml de aceite de oliva virgen.
- 1 cucharadita de sal.
- 2 cucharaditas de azúcar.
Elaboración:
- Exprimimos y colamos el zumo de la naranja y del limón. Vertemos en un frasco o recipiente con tapa hermética.
- Añadimos la cucharada de mostaza, el aceite, la sal y el azúcar. Cerramos y batimos bien hasta emulsionar.
- Reservamos en la nevera hasta usar.
- Aliño de cítricos
Notas.
- Podemos sustituir el limón por vinagre, aunque en menor proporción, ya que este último es más fuerte.
- Las vinagretas son salsas emulsionadas inestables. En el momento en que lo batamos la mezcla se volverá homogénea pero, pasado un tiempo volverá a separarse en capas. Por eso debemos batirla al momento de utilizar.
- Podríamos incluir también un toque picante, como unas gotas de tabasco.
- El vinagre que usemos en caso de incluirlo no será de Módena, porque perderíamos el color que le dan los cítricos.
Mayte Garcilles Garcilles dice
Jolin !! que original, ten por seguro que la probaré porque a mi marido le encantan este tipo de salsas
Besos guapetona
Ana dice
Mil gracias Mayte. Cuánto me alegro de que te guste 🙂 Un besote!!