No soy mucho de publicar recetas cuando hay que publicarlas. Es decir, no acostumbrarás a ver por aquí recetas de torrijas en semana santa o de buñuelos en carnaval. Básicamente por no suelo hacerlos. Y es que me pasa un poco como con la moda, cuando algo se lleva me aburre y no lo uso. Así pues termino comiendo torrijas en verano o siguiendo modas atemporales.
Pero este año me ha dado un antojazo criminal de torrijas, así que, a dos días de terminar la Semana Santa, he decidido traértelas.
Como sabes, o te habrás dado cuenta, hace tiempo que opto por una alimentación mucho más saludable y libre de crueldad animal. Por tanto mis recetas últimamente siguen esa línea, porque me lo pide el cuerpo y porque sé que a ti también te sentaría genial, ya que llevo un par de años probándola en mis carnes.
Lo que no quita que un día te traiga una receta tradicional porque sí, sigo cocinando de ese modo para los míos en casa, y ya sabes que esta web es puramente didáctica, para aprender a cocinar de una vez cualquier género.
Pero vayamos con las torrijas.
Postre típico de Semana Santa compuesto por pan, remojado en leche dulce, rebozado en huevo y frito. Sin más ni más, así de sencillo. Personalmente a mí las torrijas no me gustaban mucho. Pan remojado, ya ves tú. Pero tiene su aquel. Si las haces bien, con un remojo sabroso, están de vicio. Además, son una receta de aprovechamiento total. Que te sobra pan pues… torrija al canto.
Pero, ¿cómo hacer de esta bomba de relojería un postre más saludable?
Fácil, sustituyendo los ingredientes poco saludables por otros más saludables. Así pues, sustituiremos la leche de vaca, por leche vegetal, el azúcar por sirope de dátiles y… ¿el huevo? El huevo lo emularemos con harina de garbanzo.
La harina de garbanzo es genial a la hora de sustituir el huevo por la proteína que contiene. En este caso sustituiremos la proteína del huevo por proteína de garbanzo.
¿Y no sabrá a garbanzo?
Si sigues mi receta te aseguro que no.
He querido además, dejarte una receta de pan, para que hagas unas torrijas 100% caseras. El pan que he usado es el que te dejo en el enlace, con la salvedad de que, para hacer torrijas, no le he echado semillas. Puedes usar también pan especial para torrijas del supermercado, pero estos suelen incluir azúcar refinada.
¿Y no estarán más ricas con pan especial que con pan casero?
A gustos. Si tuviera que escoger yo te diré que rotundamente no.
He hecho el pan que te dejo en el enlace con harina integral de espelta y el resultado ha sido brutal. Si bien has de tener en cuenta que, si usas pan-pan (como decimos en mi casa) has de dejar las rebanadas más tiempo a remojo porque la miga es mucho más consistente.
Elaboración: Notas.
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