Revuelto de tofu (de aspecto y sabor a revuelto de huevo)

Tras hacer mi cambio hacia una alimentación saludable y vegetal, lo que más me costó eliminar fue el huevo. De hecho, aún me permito, de vez en cuando, comer alguno, siempre y cuando sean “de casa” o, como digo yo, de gallinas felices.

Hay cierta controversia en lo que a los “huevos felices” se refiere. Antes, creía que comprando huevos ecológicos velaba por el bien de las gallinas (mis principales motivos a la hora de cambiar de alimentación fueron éticos), pero realmente, estas gallinas, aunque “vivan una vida feliz”, han sido criadas para poner huevos y, cuando dejan de ponerlos, las sacrifican. Por eso, hacen tiempo que solo como huevos de pueblo cuando me da el arrebato. De esos que sé que son gallinas felices “de verdad” y que no les pegan el estacazo cuando dejan de poner. Por supuesto que hay casos y casos, y también existe controversia en este tema. Pero es algo en lo que no me voy a meter, porque aquí venimos a aprender a cocinar.

¿Te gusta el tofu?

No. Sabe a corcho.

Estoy de acuerdo. El tofu no sabe a nada. O, si lo prefieres decir así, sabe a corcho o a cartón. Pero, deja que te cuente un secreto.

No te gusta el tofu porque no lo sabes cocinar.

Esto es así y punto pelota. ¿Sabes por qué? El tofu sabe a lo que quieras que sepa.

El tofu no sabe a nada. Tú tienes la misión de darle sabor.

Entonces, ¿para qué comer tofu?

Plantéatelo así.

Entonces… ¿para qué comer arroz blanco? ¿o pasta? Porque realmente tampoco tienen mucho sabor si los cocinamos y comemos a pelo.

El tofu es una fuente fantástica de proteína vegetal. Si bien existe cierta controversia con él, a mí me parece un ingrediente maravilloso.

¿Qué es el tofu?

El tofu es soja triturada mezclada con agua y un coagulante. De este modo se consigue esa pasta blanquecina en forma de bloque. Viéndolo de este modo, el tofu es una legumbre (la soja es una legumbre) triturada con agua y coagulada.

Estarás de acuerdo conmigo es que las legumbres por su propia naturaleza, son un poco pesadas. Si las cocinamos bien, son fantásticas, pero en crudo, pueden resultar un tanto indigestas.

¿Por qué iba a querer comer legumbres crudas?

Cuando hacemos falafel prácticamente lo haces. Recuerda que los garbanzos han de tener un remojo previo bien largo para que sean más digestivos.

Lo mismo ocurre con el tofu. Como hemos dicho, es soja triturada (una legumbre), por lo que será más digestivo si le damos una cocción previa.

Con esto simplemente quiero qué entiendas, el por qué del miedo al tofu. La razón es esta. Pero ya ves que no es nada que no podamos solucionar.

Déjame decirte además que, si no tienes costumbre de comer mucha legumbre, tu cuerpo debe habituarse a ellas. Quizá al principio sientas algo de hinchazón (o quizá no), pero es algo muy común, que pasa según nuestro cuerpo se va adaptando a un nuevo estilo de alimentación.

A lo que vamos. Tofu para sustituir el huevo. Te aseguro que da el pego completamente. Mis carnívoros confesos lo corroboran.

¿Cómo hacer que el tofu sepa a huevo?

Con una sal que se llama kala namak. La kala namak es una sal negra de la India, con un fuerte sabor sulfuroso muy similar al del huevo. Si bien yo era muy escéptica te puedo asegurar que el sabor que deja es sorprendentemente parecido. No te asustes por su olor, porque huele a huevo cocido (a huevo mal cocido), que tira para atrás. Kala Namak, huele a pedo, sabe a huevo. No hay mejor descripción que esa.

Puedes añadirla a tus tortillas y revueltos veganos, teniendo siempre en cuenta que debes añadirla al final para que no pierda su sabor y aroma, y combinarla con sal común, porque un exceso de kala namak dejaría un sabor metálico a tus platos.

• Si quieres reducir el tiempo de las recetas, te recomiendo usar hortalizas asadas. Puedes hacerlas en el batch cooking de la semana. Es un método fantástico para ahorrar mucho tiempo en la cocina y del que te hablo en mi nuevo curso Planifica tu menú semanal con A freír espárragos. Si lo haces así, incorpora las hortalizas asadas en el punto en que echamos la berenjena en la receta.
• La cúrcuma en polvo es lo que va a dar color de huevo.
• Si no te gusta la salsa de soja puedes prescindir de ella.