En esta vida está todo inventado, es así. Llegamos a un punto en que la cantidad de información con la que nos bombardean es tal que no hay nada que no puedas encontrar en Google. Aunque también he de decirte que hay excepciones, como la coca asturiana, ahí me coroné, ahí dije por mis narices que la primera coca asturiana que exista va a ser mía, y lo fue. De momento es la única, pero me enorgullezco de que haya sido la primera.
¿Pero cómo no vas a estar inventadas las patatas al horno con especias alma de cántaro?
A ver, no soy tonta, sé que está inventado, pero de lo que no tenía ni la más pajolera idea era de que se llamaban patatas cajún.
En mi lucha contra la comida poco saludable decidí hacer unas patatas que me gustasen tanto o más que las patatas fritas pero que no tuvieran la cantidad de grasa que contienen éstas. Que no está mal comerse unas patatas fritas de vez en cuando pero es que a mí, me encantan las patatas. Espera, que creo que no lo dije bien, ME ENCANTAN LAS PATATAS. Si una fuerza todopoderosa me quisiera hacer la puñeta me pondría de cabeza una patata frita gigante, al igual que a Homer una rosquilla, para que me comiera a mí misma. Y claro, eso muy saludable no es, ni el canibalismo ni la fritanga.
Así que mi opción era el horno. Pero unas patatas al horno, a pelo, y sin salsa, están buenas, porque son patatas pero… parece que le falta algo, ¿no? Pero para la falta de sabor y de alegría la respuesta siempre son las especias. ¿O no lo estamos comprobando mes a mes en el Reto Especialízate?
Pues eso es lo que pasó por mi cabeza de patata frita. Tras probar el resultado vino mi emoción.
Oh dios, qué buenas están, ¡como no estén en Google las patento!
Pero claro en Google está todo, TODO. Y esto estaba desde tiempos inmemoriales y ya recibía el nombre de patatas cajún.
La mezcla de patatas cajún suele ser una en concreto, pero a mí eso de seguir siempre las normas a rajatabla no me va, así que te traigo una mezcla de especias que me ha gustado especialmente porque la he adaptado a mis gustos y a lo que tenía por casa. Con esto quiero animarte a que pruebes tú con las especias que más te guste, como he hecho yo. Pero si quieres tener una base para empezar por ahí y luego adaptar, puedes seguir esta receta tal cual.
Las patatas cajún son típicas por acompañarse con yogur natural o de limón en lugar de una salsa típica, como mayonesa, tomate… Y por supuesto que puedes probarlo así, pero como yo te he traído unas cajún a mi manera pues me las he comido a pelo, sin yogur ni historias, simplemente porque me salía del cajún. Y te aseguro que están buenísimas a pelo, como picoteo o como guarnición.
Ingredientes (para dos personas):
- 3 patatas medianas.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- 1 cucharadita de curry.
- 1 cucharadita de comino.
- 1 cucharadita de cebolla en polvo.
- 1 cucharadita de ajo en polvo.
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1 pizca de pimentón picante.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen.
Además necesitarás:
- Una bolsa de las de congelar (opcional).
Elaboración:
- Lava bien las patatas debajo del grifo con agua fría. Frótalas con un estropajo para que queden bien limpias ya que las vas a cocinar con piel.
- Sécalas con papel de cocina y córtalas como quieras. Yo las he hecho a la española pero un poco más gorditas. La forma española son las patatas “de toda la vida”. Reserva.
- Mete todas las especias y la sal en la bolsa. Cierra y agita para que se mezclen bien.
- Abre la bolsa y mete las patatas. Vuelve a agitar con las patatas dentro para que se impregnen con la mezcla.
- Echa las patatas en una fuente apta para horno y pega un meneo a la fuente para que no se monten unas sobre otras.
- Riega con dos cucharadas de aceite de oliva virgen.
- Hornea a 180ºC durante 35-40 minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Para comprobarlo puedes pincharlas con una brocheta. El tiempo dependerá tanto del horno, como de la calidad y el tamaño de la patata.
Notas.
- Si no tienes bolsas para congelar o no te apetece usarla puedes echar las patatas y las especias en un bol y mezclar con una espátula. Te cuento el rollo de la bolsa porque es más práctico, más limpio, y las patatas se integran mejor y más uniformemente con la mezcla.
- Puedes añadir, quitar, sustituir… cualquier especia por las que más te gusten. Tomillo, romero, jengibre, laurel, orégano, albahaca… Si quieres saber más sobre cada una de las especias recuerda que todo los meses tratamos una en profundidad en el Reto Especialízate.
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Jessica dice
Si hubieras usado curcuma en vez de curry te hubiera quedado la mezcla tikka masala! que también queda genial para adobar el pollo. Enhorabuena una vez más Ana!
Ana dice
Oh qué bueno! No tenía ni idea, soy malísima para las mezclas de especias. Yo echo y ¡hala! Lo que salga 🙂 Así que las siguientes van con cúrcuma y cilantro. ¡Mil gracias!
Jessica dice
Bueno, también lleva cilantro molido…
cristina dice
MIRA QUE SON RICAS¡¡¡ EN CASA VUELAN EN CUANTO LAS PREPARO.
BESOS CRISYLAUA.
Ana dice
¿Te puedes creer que en la mía sólo me gustan a mí? Eso sí, también vuelan 🙂 Mil gracias! Un abrazo.
Paola González dice
Me morí de la risa… Con lo de… ” Me sale del Cajún..” ??????… Sólo sal, aceite oliva, ajo y rosmarin… Deliciosas!!!. Un saludo. Paola. ??
Ana dice
Jajajajajaja. ¡Mil gracias Paola! He tenido que buscar lo que es rosmarin porque aquí se llama romero 🙂 Me encanta esa mezcla, la uso mucho para las alitas de pollo. Mil gracias por tus palabras. Un abrazo.