¡Última receta de nuestro menú navideño! Un postre con fruta para compensar con los excesos de los platos anteriores.
¿A que parece la leche?
Tanto nombre y tanta historia y no es más que una macedonia con salsas de chocolate. Ya veis que tampoco hace falta irse al pijoterismo para poner un nombre de esos que son lo más en la cocina moderna. Simplemente con decir los ingredientes que lleva el plato ya parece la bomba. Hagamos una prueba:
Lubina al horno. Lubina al horno con juliana de verduras y vino blanco.
Provolone al horno. Provolone al horno con tomate, jamón y hierbas provenzales.
Tarta-pizza de fruta. Tartaleta con crema pastelera, fresa y kiwi.
¿No cambia muchísimo? Y es lo mismo, tan sólo añadiendo los ingredientes. Y si lo queréis poner pijo del todo, añadid un “ito/a” al final de cada ingrediente tipo Flanders y lo bordáis. Ya no hay excusas para poner un menú pijo, pijo.
Esta receta no tiene ciencia ninguna. Tan sólo se trata de hacer una macedonia, como toda la vida y darle una presentación diferente. Pero aún así vamos a aprender, ¡siempre aprendemos!
¿Alguna vez habéis oído la expresión “tanto por tanto”? Se dice tanto por tanto y se escribe tal cual o “TxT” o “TpT”. Cada vez que veáis esto no quiere decir más que, los ingredientes a los que hace referencia, van en la misma medida. Por ejemplo, para hacer la macedonia, vamos a macerar un poquito la fruta en almíbar. El almíbar es una mezcla de azúcar disuelto en agua. Así que, si nos encontramos hacer un almíbar tanto por tanto, o “txt”, o “tpt”, lo que quiere decir, simplemente es que haremos un almíbar con la misma cantidad de agua que de azúcar.
Y dicho esto vamos a ello. Maceraremos la fruta en un almíbar tanto por tanto. ¿Sabéis hacer bien un almíbar? Me acabo de dar cuenta de que aún no he hecho una entrada en condiciones con cómo se hace el almíbar. Ya veis que últimamente tengo la cabeza un poco loca, pero lo haremos. Lo más importante que debemos tener en cuenta a la hora de hacer un almíbar es que EL ALMÍBAR NO SE REMUEVE. Así, en mayúsculas, para que no se nos olvide. No se remueve una vez que esté al fuego, o se empanizará (apelmazará). Mezclaremos el agua y el azúcar fuera del fuego y, una vez bien removido, lo pondremos a hervir, a partir de ahí no lo tocamos. Lo mismo ocurre con el caramelo. Cuando queráis hacer un caramelo (derretir azúcar a pelo en la sartén) debéis tener mucho cuidado con esto o se os volverá un pegote. Además, para el caramelo, es bueno añadir unas gotitas de limón para evitar que empanice, pero esto ya es tema de esa entrada en condiciones que os debo del almíbar.
En cuanto a las salsas de chocolate, me he decidido por hacer una de chocolate blanco y una de chocolate negro.
Como no quería volvernos la cabeza loca, he decidido usar la medida del tanto por tanto para las salsas también, tanto de chocolate, tanto de nata. ¿Cuál es el problema? Que el chocolate negro es más duro que el blanco. El chocolate negro tiene pasta de cacao, el blanco no, sólo tiene manteca de cacao y también leche, por eso es más blando y funde antes.
Como el chocolate negro es más duro que el blanco, si mezclamos ambos con la misma cantidad de nata, cada uno quedará con consistencia diferente, ¿no? El blanco más líquido, y el negro más denso. ¿Cómo podemos hacer entonces? Podríamos mezclar el chocolate negro con algo más líquido que la nata, ¿qué os parece? Así se me ocurrió mezclarlo con una combinación a partes iguales (tanto por tanto 😉 ) de leche y nata.
Las cantidades que os detallo a continuación para las salsas son orientativas. Yo quise partir del tanto por tanto para tener una referencia que no me volviera la cabeza loca pero podéis modificar a vuestro gusto. Tened en cuenta también que la densidad de las salsas dependerá del tipo de chocolate que uséis, según el porcentaje de cacao y de la calidad del mismo.
Con las cantidades que os detallo a continuación sale una salsa de chocolate blanco que se conserva bien en nevera sin espesar, aunque si la queréis menos densa podéis rebajar la cantidad de chocolate, y usar por ejemplo, 75 gr, que es lo que suele venir en las tabletas de chocolate.
Las cantidades usadas para la salsa de chocolate negro dan lugar a una salsa más espesa (aunque usemos leche), que conservada en nevera espesará bastante por lo que, para obtener la densidad de salsa y poder decorar es recomendable sacarla un tiempo antes a temperatura ambiente o meterla unos segundos al microondas antes de usar.
Ingredientes:
- Manzana.
- Caqui.
- Piña.
- Melón.
- Mango.
- Kiwi.
Para el almíbar:
- 100 gr de azúcar.
- 100 gr de agua.
Para la salsa de chocolate blanco:
- 75-100 gr de chocolate blanco.
- 100 gr de nata para montar.
Para la salsa de chocolate negro:
- 100 gr de chocolate negro.
- 50 gr de nata para montar.
- 50 gr de leche.
Elaboración:
Del almíbar:
- Poner en un cazo el agua y el azúcar, remover para que el azúcar no se quede pegado al fondo y llevar a ebullición, SIN TOCAR.
- Una vez que el azúcar este disuelto, apartar del fuego, verter en un vaso y enfriar.
- Una vez frío el almíbar cortar las frutas en cubos y reservar en un bol. Verter el almíbar por encima y dejar macerar en nevera. Podemos reservar incluso hasta el día siguiente.
De la salsa de chocolate blanco:
- Poner la nata en un cazo y calentar. Cuando vaya a alcanzar el punto de ebullición verter sobre el chocolate picado en trozos.
- Remover hasta disolver. Reservar en nevera.
De la salsa de chocolate negro:
- Poner la nata junto con la leche en un cazo y calentar. Cuando vaya a alcanzar el punto de ebullición verter sobre el chocolate picado en trozos.
- Remover hasta disolver. Reservar en nevera.
Montaje:
- Calentar, si fuera preciso para conseguir la consistencia adecuada, las salsas en el microondas durante 30 segundos.
- Pinchar las frutas maceradas en palos de brocheta y decorar con las salsas de chocolate.
Notas.
- Estas frutas son las que he usado yo, pero podéis usar las que más os gusten: peras, fresas, plátanos…
- ¿Os habéis fijado que cortamos la fruta cuando ya tenemos el almíbar listo para usar? Hay fruta que se oxida muy fácilmente, como la manzana, la pera y el plátano por lo que es conveniente cortarla justo antes de meter en el almíbar para que no ennegrezcan. Si por algún casual se nos fuera la cabeza y las cortamos antes de tiempo recordad, que podemos retardar la oxidación echándole un poquito de limón, como hacíamos con el aguacate.
- Podemos sustituir el almíbar por una mezcla de zumo de naranja y azúcar, o zumo de naranja solo, según lo golosos que seamos.
- Para que la macedonia esté más sabrosa es mejor servirla no muy fresca, el frío atenúa los sabores.
- Podéis hacer la decoración que queráis metiendo las salsas en un biberón cada una y así dibujar lo que nos apetezca.
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