¿Te acuerdas de cómo se hace una salsa verde?
Bien, pues es prácticamente lo único que tienes que saber para hacer esta receta. Vale, lo único no, pero quizá lo más complicado por llamarlo así, porque no tiene dificultad ninguna. Son tres elaboraciones en una, pero es rápido (salvo el tiempo de cocción de las fabas) y sencillo.
¿Las verdinas son asturianas? Creo que sí, pero no estoy segura del todo. Son unas fabas o alubias de color verde, por eso lo de verdinas, y un poco más pequeñas de tamaño que la faba normal.
Por cierto, ¡un inciso! Me ha chivado un pajarito que, fuera de Asturias, se dice, se comenta, se rumorea, que aquí, en nuestra tierra se llama a las fabas (alubias), “fabes”, por eso de decirlo en asturiano. Pero lo más curioso que he escuchado es que esta acepción también se cree en singular, es decir, que a una faba, la llamamos “fabe”. ERROR. No. Para quien crea que esto es así, que se vaya deshaciendo de la idea. Me rechinan los oídos y casi me quedo ciega al escribirlo. Por muy asturianos que seamos me atrevo de decir que el 70% de la gente dice fabas (yo entre ellas) en vez de “fabes”. Pero lo que te aseguro 100% es que “fabe” no existe. No sé si en algún pueblo, pueblo, de Asturias se dirá así pero… en todos los que conozco yo, no. Así que, ojito, si vienes a pasar unos días y quieres sentirte como un asturiano de pura cepa, ve a comer un cachopo, a tomar unas sidras y, si me apuras, unas verdinas como las que vamos a ver ahora pero, por favor, por favor, no llames “fabe” a una faba, se me ponen los pelos de punta solo de escribirlo.
Y ahora, después de haber dejado mi aporte cultural (de nada asturianos, ¡ja!), vamos a lo que nos interesa. Las verdinas a la marinera. Fabas más pequeñas que las habituales, de color verde clarito, con salsa verde y marisco, sin más.
Quizá hubiera sido más normal que la primera receta de fabas de este blog fuera la fabada asturiana, pero tiene su explicación. La fabada asturiana es lo más sencillo del mundo, pero tiene su aquel. Hoy empezamos con las verdinas para que pierdas el miedo a este tipo de platos.
El único intríngulis que tienen las legumbres es, por una parte, el tiempo de remojo. Debes dejarlas toda la noche en agua fría para que se hidraten.
Y por otra, una cocción adecuada. Para que la cocción sea correcta debemos cubrir las fabas con abundante agua fría, llevarlas a ebullición y bajar el fuego para que se hagan lentamente. El tiempo de cocción dependerá de la calidad de la legumbre, del tipo de agua, de la temperatura… etc. Lo normal es que en una olla tradicional tarde entre 1 hora y media y 2 horas, pero lo mejor es ir probando una vez que haya pasado una hora de cocción. En el momento en el que estén tiernas las retiramos, colamos el caldo y las mezclamos con la salsa verde. Tan sencillo como eso.
En este caso verás que hago las fabas con elementos de condimentación, un puerro, una zanahoria, una cebolla, unos clavos. Se trata simplemente de darle un poco de alegría a la legumbre. Vale que luego la vamos a mezclar con la salsa, pero aun así, debemos conseguir que la faba resulte sabrosa por sí misma o al plato de faltará ese algo.
¿Te animas?
Ingredientes (para 3 personas):
- 200 gr de verdinas.
- 1 puerro.
- 1 zanahoria.
- 1 cebolla pequeña.
- 2 clavos.
- 1 hoja de laurel.
- 1 malla de berberechos (200-300 gr).
- 12 langostinos.
Para la salsa verde:
- 2 ajos.
- 30 ml de aceite de oliva virgen.
- 30 gr de harina.
- 40 ml de vino blanco.
- 700 ml de buen fumet.
- 1 ramas de perejil.
- Una guindilla.
- Sal.
Elaboración:
De las verdinas:
- La noche anterior pon a remojo las verdinas con agua fría que las cubra abundantemente.
- Por otro lado, la noche anterior también, pon los berberechos a remojo de agua fría con sal. La proporción es de aproximadamente 30 gramos de sal por litro de agua.
- Al día siguiente, y una vez hidratadas las verdinas, comienza la preparación. Pon en una cazuela con agua fría, que las cubra un par de dedos por encima, las hortalizas, la cebolla claveteada, el puerro y la zanahoria, el laurel y sal al gusto. Pon el fuego al máximo y, cuando arranque la ebullición, baja el fuego y deja cocer suavemente hasta que estén tiernas. Esto puede tardar entre 1 hora y media y 2 horas. Pero lo mejor que haces es ir probando para ver si están tiernas.
- Durante el tiempo de cocción conviene no tocarlas, si quieres moverlas dale un meneo a la olla, pero no metas nada, para que no se rompan. Es importante que estén siempre cubiertas de agua para que no se despellejen.
- Una vez que las verdinas estén tiernas retíralas del fuego, cuela el agua y retiramos las hortalizas. Quita la mayor parte del caldo, según como quieras el guiso de espeso, si lo quieres más claro deja más agua.
De la salsa:
- Es una salsa verde normal, como hicimos en su día, te dejo el enlace para que sigas los pasos. Lo único que debes tener en cuenta es que, si no dispones de fumet, puedes hacer uno exprés con las cabezas y cáscaras de los langostinos.
- Haz el fumet exprés sofriendo las cabezas y cáscaras de los langostinos con las verduras que encuentres en la nevera (un trozo de calabaza, de apio, de pimiento verde, de puerro…), y una cabeza y espina que hayas congelado en su día (lubina por ejemplo). Agrega 700 ml de agua y deja cocer 30 minutos.
- Prepara la salsa con este fumet como de costumbre.
De los berberechos y los langostinos:
- Tira el agua de remojo de los berberechos y los lávalos bien. Ábrelos del mismo modo que los mejillones. Ponlos en una cazuela con un chorrito de vino blanco o “a pelo”, tapa y pon a fuego fuerte hasta que abran. Resérvalos. El jugo que suelten puedes colarlo e incorporarlo al guiso.
- Haz los langostinos a la plancha con una cucharada de aceite, que doren por ambos lados, apenas un minuto por lado. Reserva.
De las verdinas a la marinera:
- Vierte la salsa verde en la cazuela donde tenías reservadas las verdinas (con más o menos caldo de cocción).
- Añade los langostinos y los berberechos sin cáscara, y deja algunos con cáscara para decorar.
- Pon al fuego hasta que de un hervor suave un par de minutos y sirve.
- Verdinas a la marinera
Notas.
- Se llaman verdinas a la marinera porque incorporamos marisco a la salsa verde. Puedes incorporar cualquier tipo de marisco. También suelen hacerse con almejas. Mejillones, nécoras, ñoclas… lo que quieras. Están genial con cualquier cosa porque tienen un sabor muy delicado.
- Si las haces de un día para otro deja que aposenten los sabores, pero cuidado con la conservación. Acuérdate de reservarlas en la nevera para que no fermenten.
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