En la cocina española existen ocho salsas básicas. A saber: española, bechamel, velouté, salsa de tomate, holandesa, bearnesa, mayonesa y vinagreta.
Estas, a su vez, podemos dividirlas en dos grupos según su forma de elaboración. Distinguimos estos grupos en función de que se hagan a partir de una emulsión, como la holandesa, bearnesa, mayonesa y vinagreta; o no, todas las demás.
Esa es a grosso modo la teoría de las salsas. Como ves, cada una de estas salsas básicas tienen su pequeña teoría detrás. Para unas debemos saber las proporciones correctas para que nos queden bien, como la vinagreta. Para otras debemos tener truquitos para su elaboración, como la bechamel, y otras encierran un poco más de teoría detrás, como la española.
Pero apuesto la cabeza a que tú has hecho un montón de salsas en casa que nada tienen que ver con estas.
¿Me equivoco?
Y sí, son salsas. Entonces, ¿por qué no aparecen en el listado de las grandes salsas básicas españolas? Simplemente porque una salsa no es más que un líquido más o menos espeso, con más o menos sabor y espesado o no por elementos de ligazón que sirve para enriquecer o realzar el sabor de un alimento.
¿Qué pasaría entonces si clasificáramos todas las salsas? Que tendríamos una lista infinita.
Dentro de estas “salsas infinitas” podemos encontrarnos con salsas hechas a partir de nata. En cuanto a su elaboración son mis salsas preferidas, porque son la cosa más chorra del mundo. Su elaboración de reduce a…
Haz un sofrito, añade nata e integra.
O…
Pon en un cazo queso y nata y disuelve.
O…
Añade nata a un fondo muy reducido y dale un hervor.
Vamos que es fácil, fácil, fácil. En este caso he optado por la opción del sofrito, ya que la opción del queso ya la habíamos visto.
No olvides que también puedes enriquecer salsas con nata, como una bechamel con nata (sería una salsa crema derivada de la bechamel), o una muselina (una holandesa con nata montada) o una chantilly (una mayonesa con zumo de limón y nata). Pero eso lo veremos a su debido tiempo. Aunque si no aguantas tu afán por aprender, tienes todo esto y mucho más en mi curso básico.
Además de dar a conocer la facilidad de las salsas hechas a partir de nata he querido traerte esta receta para que se te guarde en la retentiva que la combinación de salmón y naranja es acierto seguro.
Ingredientes (para dos personas):
- 4 lomos de salmón.
- 2 puerros.
- 350 ml de zumo de naranja natural.
- 2 cucharadas de azúcar moreno.
- 1 cucharada de vinagre de vino.
- 200 ml de nata líquida.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen.
Elaboración:
- Lava, despunta y corta los puerros en rodajas. Reserva.
- Pon una sartén a fuego medio con una cucharada de aceite de oliva virgen. Cuando esté caliente marca los lomos de salmón. Retira a un plato y reserva.
- Echa en la misma sartén el puerro reservado y una pizca de sal. Haz a fuego medio hasta que esté blandito y comience a dorarse.
- Añade el zumo de naranja, el azúcar moreno y el vinagre. Remueve e integra. Dejar hacer un par de minutos a fuego medio.
- Agrega la nata y mezcla hasta homogeneizar la salsa. Haz un par de minutos a fuego medio.
- Añade los lomos de salmón y haz entre 2 y 5 minutos a fuego moderado para terminar de hacerlos por dentro.
- Acompaña con unas patatas panadera, o con la guarnición que elijas y sirve con la salsa.
Notas:
- No es conveniente cocinar la nata a fuego muy fuerte con el zumo de naranja, podría cortarse.
- Esta receta es perfecta para dejar preparada para el día siguiente. En caso de hacerlo no cocines del todo el salmón, ya que a la hora de calentarlo se sobrecocerá.
- Prueba a sustituir la nata por leche evaporada, leche, caldo, bebida vegetal… ¡Innova! Solo así encontrarás tu plato perfecto.
- En caso de sustituir la nata por un líquido menos espeso puedes engordar la salsa echando una cucharada de harina sobre el sofrito de puerro antes de añadir el líquido, como si de una bechamel se tratara. Si se te olvida este paso siempre puedes añadir un poco de maicena disuelta previamente en un líquido frío (si estuviera caliente saldrían grumos).
- Este tipo de salsa no es conveniente reducirla mucho porque los cítricos amargan con la cocción.
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manipuladora de alimentos dice
ayer vi esta recetae intente hacerla. Me ha encantado , la unica variacion ha sido ponerle un poco de yema de huevo a la nata para que espese un poco mas. Una fantastica receta ana!!!
Ana dice
¡Cuánto me alegro! Y más que me lo cuentes, que me hace mucha ilusión 🙂 Genial lo de la yema, además queda mucho más sabrosa. Muchas gracias por contármelo! Un abrazo.