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Carne guisada

Carne guisada

16/11/2015 por Ana 8 comentarios

Rótulo 4

Puedo afirmar con total rotundidad que una de las cosas que más me enorgullecen de haber aprendido a cocinar es saber hacer carne guisada.

¿Conoces esa sensación de hacer un guiso de carne con todo el cariño y desconocimiento del mundo y acabar comiendo un pedruño de carne? 

Yo sí. Un pedruño en toda regla, un mojón de carne, un trampantojo de piedra con forma de carne guisada. ¿Te suena? Seguro que sí.

Ahora que está tan de moda quizá no tanto, pero por lo general la cocina está infravalorada. No se percibe todo el esfuerzo que lleva detrás hacer un buen guiso de carne. Más que esfuerzo, conocimiento.

Bah, es cocinar, es tirar los ingredientes en la olla y ya está.

Tremendo error. Cocinar tiene detrás mucha teoría y, ¿sabes una cosa? Es una teoría que tiene sentido, que se puede razonar. Así que todas las cosas que vayas aprendiendo te servirán, sin duda, para muchas otras más.

¿Por qué los guisos de carne se nos resisten?

Porque no tenemos en cuenta esta teoría. Echamos los ingredientes a la olla y a cocer, como si de legumbres se tratara, y no es así. Hay que tratar los ingredientes con mimo y saber cuándo debemos echarlos.

Empecemos.

Para hacer una entrada más práctica vamos a ver los errores más comunes que solemos cometer.

  • El corte de la carne. El primer error que puede dar lugar al mojón de carne guisada es el corte de la carne. Y ahí amigo, no hay tutía. Si la carne está mal cortada olvídate de hacer un guiso de carne en condiciones. La carne va a quedar dura, es así. Hoy no quisiera enrollarme con este tema porque si no la entrada sería interminable. Hoy te voy a decir que pidas al carnicero que la corte, pero SIEMPRE debes decirle que es para guisar, para que te la deje perfecta. No te quedas a gusto, ¿eh? A mí me pasaría lo mismo. Así que de momento échale un ojo a este artículo de Directo al Paladar donde lo explica perfectamente.
  • Ingredientes poco integrados. ¿Qué quiero decir con eso? Seguro que alguna vez has comido un guiso que estaba bueno pero al que le faltaba algo. Los ingredientes estaban como dispersos. La carne, el caldo, un trozo de zanahoria por aquí, un poco de puerro por allá. Falta integrar los ingredientes, falta el hilo conductor o como lo quieras llamar. Podemos hacer el sofrito previo con un montón de cosas, pero no dejará de ser cebolla, zanahoria, pimiento… rehogados en aceite sí, pero con su sabor particular. A mí en estos casos me gusta tirar de alcohol. Tanto por sabor como por color. Un vasito de vino tinto nos soluciona el color aguachirri de tantas salsas. Pero ojo, ahora no lo eches a todo. El vino tinto, por su sabor fuerte va bien con las carnes, mientras que para pescados solemos usar vino blanco.
  • Salsa demasiado líquida. No hay cosa que más me ofenda que las salsas líquidas, líquidas. Por muy sabrosas que estén me da la sensación de comer agua. Me gustan las salsas o caldos con un poquito de cuerpo. No mucho, lo justo para que tenga gracia. ¿Cómo solucionamos esto? Con harina. Rehogándola un poquito con el sofrito para quitarle el sabor a crudo. No hace falta echar mucha, solo un poquito para ligar el caldo. Si nos pasáramos de harina y quedase demasiado espeso la carne no enternecería. Ten en cuenta que la carne ablanda porque se hidrata con el agua de cocción, si no hay agua por ser demasiado espesa la mezcla, el agua no penetra en la misma.
  • Falta de sabor. No me cansaré de repetirlo. LOS FONDOS SON FUNDAMENTALES EN COCINA. No hagas un guiso, ni una salsa con agua, no quedará sabroso. Hay que usar fondos y, por favor, nada de pastillas concentradas, que son una porquería. Cuando hagas fondos, haz de más y congela. Para esta receta yo he rescatado un fondo de pollo que tenía congelado. Ni siquiera era de ternera. Mientras no mezcles carne con fumet o pescado con fondo de carne o pollo, todo vale. Aunque también he de decirte que existen platazos michelín que incorporan estas mezclas, pero de momento vamos a tirar por lo seguro. Para la carne usa caldos de verduras, de carne, de pollo… pero no uses solo agua.
  • Cocción demasiado fuerte. ¿Recuerdas que en su día hablamos de los métodos de cocción por expansión y concentración? La carne es un género duro, por lo que necesita tiempo de cocción para hidratarse y ablandar. Si la cocináramos a fuego muy alto correríamos el riesgo de que la carne se contrayera impidiendo el intercambio de jugos y quedando dura.
  • Falta de “personalidad”. Otra de las cosas que hacen de esta receta de carne guisada un éxito es la utilización de especias. Desde que comenzamos el Reto Especialízate no puedo parar quieta con ellas. Me encanta probar cosas nuevas. Y eso que antes apenas las usaba. Las especias hacen de cada plato un plato único. Simplemente con una cucharadita de lo que sea, tu plato va a ser diferente del mío por mucho que los demás ingredientes sean exactamente los mismos.

Y ahora vamos con la receta. Te aseguro que esta receta la he hecho tan sólo siguiendo las pautas que te acabo de dar. Es decir, aplicando la teoría a la práctica. Tan sólo verás que he hecho un cosita diferente y es añadir un pimiento asado en lugar de incorporar pimiento crudo al sofrito. Simplemente lo he hecho para aportar esa melosidad y sabor inconfundible del pimiento asado.

Ingredientes (para 1 kg de carne de ternera):

  • 1 kg de carne de ternera para guisar cortada en dados.
  • 4 ajos.
  • 2 cebollas.
  • 2 zanahorias.
  • 2 tomates.
  • 1 pimiento rojo.
  • 1 cucharada de harina.
  • 100 ml de vino tinto.
  • Caldo de pollo (cantidad suficiente para cubrir la carne).
  • 1 cucharadita de pimentón dulce.
  • 1 cucharadita de pimentón picante.
  • 1 pizca de ajedrea.
  • 1 pizca de curry.
  • 1 hoja de laurel.
  • Sal.
  • Pimienta negra.
  • Aceite de oliva virgen.

Elaboración:

  • Lo primero de todo es poner el pimiento rojo a asar, que lleva su tiempo.
  • Empezamos con el sofrito. Para ello pon la olla o rondón donde vayas a cocer la carne a calentar con unas cucharadas de aceite, que cubra ligeramente el fondo. Ponla a calentar a fuego medio-bajo.
  • Pela y pica la cebolla y el ajo en brunoise y, cuando el aceite esté caliente, añádelos al rondón. Echa una cucharadita de sal y rehoga.
  • Mientras se rehoga la cebolla y el ajo pela la zanahoria y córtala en ruedas, ni muy finas ni muy gruesas. Y sigue rehogando durante 10 minutos.
  • Coloca una sartén a parte con un par de cucharadas de aceite a fuego alto y marca los trozos de carne previamente salpimentados. Es decir, dale un color doradito sin falta de que se cocine por dentro. La queremos dorada por fuera y cruda por dentro. Ve reservando en un plato.
  • NO LAVES LA SARTÉN. Todavía nos va a dar juego. Queremos recuperar los jugos que ha soltado la carne y han quedado pegados en la misma por lo que, sin apagar el fuego, echa en la sartén el vino tinto para despegar esa sustancia. Es lo que se conoce como DESGLASAR. Remueve con una espátula para despegar todo esto y deja al fuego un poco hasta que se evapore el alcohol (entre 1 y 2 minutos). Aparta del fuego y reserva.
  • Añade al sofrito el tomate previamente pelado y despepitado. Córtalo en concassé, que es el corte típico del tomate, como una brunoise pero más gruesa.
  • Añade también el pimentón dulce y picante y remueve bien para que no se queme. En este punto puedes apartar un poco la olla del fuego por si tienes miedo de que pase.
  • Llegó el momento de añadir la ligazón. Echa una cucharada de harina e integra en el sofrito mientras dejas que se cocine un rato. Un par de minutos serán suficientes.
  • Añade el vino tinto que tenías reservado. Mezcla bien y vierte la carne, con la salsa que ha soltado y todo.
  • Cubre con el caldo, añade el resto de especias (ajedrea, curry y laurel), pon a punto de sal y deja cocer a fuego suave hasta que esté tierna (entre 1 y 2 horas). Ha de hacer un ligero burbujeo pero no hervir. Yo la pongo al fuego mínimo con la tapa medio puesta.
  • ¿Echas algo de menos? Sí, el pimiento que estaba asando. Cuando esté asado lo pélalo como vimos en su día, pícalo del tamaño que quieras y lo agrégalo a la olla.
  • Usa la carne como quieras, guarnecida con unas patatas fritas (como he hecho yo), con arroz, o como un guiso de carne. En ese caso tan sólo tendrás que añadir unas patatas escachadas 20 minutos antes de finalizar la cocción. No te lleves las manos a la cabeza, hablábamos de este tipo de patatas cuando hicimos el marmitako de atún.







Notas.

  • Si haces la carne como un guiso con sus patatas, añade un poquito menos de harina en el sofrito, ya que las patatas escachadas sueltan almidón que engorda el caldo.
  • Puedes hacer el sofrito a tu antojo, con los ingredientes que quieras, tan sólo sigue las pautas.
  • El alcohol no es obligatorio, simplemente me gusta el toque que le da.

rosa

Pudiera parecer que es algo difícil porque ha resultado una entrada un poquito larga, pero nada que ver con la realidad. Ya sabes que me gusta explicarte todo bien, bien. Al final se resume todo en hacer un sofrito, aromatizarlo con un poquito de alcohol, engordarlo con harina, añadir la carne previamente marcada, cubrir con caldo y cocer. Sin más. Tan sólo debes tener en cuenta los errores más comunes de los que hemos hablado y triunfarás, te lo aseguro.

Y discúlpame por las fotos pero es lo que tiene la cocina de verdad. No modifico nada para sacarlas, si hay vapor hay vapor, no voy a esperar a que se quite porque entorpecería el guiso. Y mis conocimientos de fotografía solo dan para sacar fotos en automático y con flash. Lo siento.

Esta es mi receta favorita de carne guisada.

¿Cuál es la tuya? ¿Ya te atreves con ella?

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Archivada en: Recetas flexitarianas Etiquetada con: Carne, Especias, Guisos, Verduras

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Comentarios

  1. sitagiorgio dice

    17/11/2015 al 14:08

    como siempre perfectamente explicado, en casa no les acaba de gustar este tipo de guisado, mi marido me dice que comían mucho de este tipo en el colegio y que no quiere aunque creo que tu receta no comparte nada con aquella de su infancia creo que sólo el nombre (el tema salsa aguada, qué horror!!). Seguiré tu paso a paso a ver si así se hace un hueco esta receta en casa pues a mi me gusta mucho este plato.
    un saludo

    Responder
    • Ana dice

      19/11/2015 al 09:59

      ¡Oh! ¡Mil gracias! La verdad que estoy totalmente de acuerdo con tu marido. Yo lo de las salsas aguadas no lo llevo. Por muy sabrosa que esté me falta algo, necesito esa contundencia de la salsa, aunque sea leve. Yo también comí años en el colegio y la verdad que hay cosas que se atraviesan, jajaja. Aunque curiosamente viéndolo de tanta distancia sólo recuerdo las cosas que me gustaban, las que no me gustaban nada, no. Qué cosas de la memoria selectiva 🙂 Un abrazo.

      Responder
  2. Mazui dice

    18/11/2015 al 21:12

    Esta receta me la guardo 🙂
    En casa nos gusta mucho la ternera guisada a la cerveza (receta de David de Jorge).

    Un saludo!!

    Responder
    • Ana dice

      19/11/2015 al 09:59

      Hala, ¡la probaré! Pollo a la cerveza sí lo he hecho, pero ternera no. Me encanta la idea. Mil gracias Mazui. Un abrazo.

      Responder
  3. Antonio dice

    24/11/2015 al 01:15

    ¡Esta misma noche ha caído en casa esta receta!

    De sabor estaba riquísimo, ha faltado pan para mojar, pero no he conseguido que la carne se me quedase tierna. Una pena. ¡Lo volveré a intentar!

    Responder
    • Ana dice

      24/11/2015 al 09:54

      Vaya… ¡qué pena! ¿Y has seguido todos los pasos? Lo que suele dar lugar a carne dura es el corte de la carne y un exceso de temperatura en la cocción. ¿Te la han cortado en la carnicería? Si quieres y tienes tiempo mándame un mail y le echamos un ojo, ¿vale? Ahora que, ¡lo que me alegro de que os haya encantado la salsita! 🙂 Un abrazo Antonio y mil gracias por tu comentario.

      Responder
  4. fina dice

    31/05/2016 al 09:01

    Me encanta el guiso de ternera, pero siempre me queda durita, seguro que es el corte porque la compro en el super, me pasaré por la carnicería a ver si acierto, ¿cuanto tiempo la tienes cociendo una vez que le hechas el caldo?.

    Acabo de descubrir tu página, me gusta mucho, sigo investigando que tengo mucho que leer. 🙂

    Responder
    • Ana dice

      02/06/2016 al 19:28

      Buenas tardes Fina.

      Perdona el despiste. Creí que lo había puesto en la receta y no (ya está arreglado). Tarda entre 1 y 2 horas. Pasada una hora larga ve pinchando la carne para ver si ha ablandado. Cuanto más tiempo se deje más blandita quedará.

      Mil gracias por tus palabras 🙂 Un abrazo.

      Responder

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