Tu padre es un proscrito.
¡Y el tuyo un Tigretón!
Siempre que oigo la palabra tigre me viene a la cabeza. ¡No lo puedo evitar! Jajajajaja. Es taaaaan malo, que merecía estar aquí. Este es el prototipo de chiste que me gusta. Corto y malo. Y cuanto más corto y peor es, más me río. Tanto es así que este chiste lo conozco desde mi más tierna infancia y, aún así, me lo cuentan por vigesimoquinta vez y me río. Una que es un poco imbécil, no hay más.
Mejillones tigre. Es la segunda vez que los fotografío para enseñártelos. Los tenía preparados en su día, para darte una idea para las navidades, y perdí la tarjeta de memoria con todas las fotos. Una puñeta muy grande. Así que ayer me puse a ello otra vez. Apostaría la cabeza a que esta semana aparece la tarjeta, grrrr…
¿Sabes por qué se llaman mejillones tigre? (¡Proscrito!) Se llaman así por el origen picante de la receta. Originalmente esta receta se hacía con picante, cosa que yo no he hecho porque me gusta mas como te la traigo. Y según si pican más o menos se llaman tigres, o tigres rabiosos.
Dejando al margen el nombre, lo que tienes que saber es que se llaman tigres a los mejillones rellenos y empanados. El relleno será el que más te guste y estará ligado con salsa bechamel. Sin más. Pero sí que es cierto que, aunque puedas rellenarlo de lo que quieras, el relleno mundialmente utilizado es el que lleva pimiento, cebolla y tomate.
Ten en cuenta este trío porque en España se utiliza tremendamente para hacer bases de rellenos y de sofritos.
Ingredientes (para 24 mejillones aproximadamente):
- 1 kg de mejillones.
- 1/2 pimiento verde o 1 si es pequeño.
- 1 cebolla.
- 1 tomate.
- 1 ajo.
- Aceite de oliva virgen.
- Harina (para el rebozado).
- Huevo (para el rebozado).
- Pan rallado (para el rebozado).
- 500 gr de bechamel.
Para la bechamel:
- 500 gr de leche.
- 40 gr de mantequilla.
- 40 gr de harina.
- Sal.
- Pimienta negra molida.
- Nuez moscada.
Elaboración:
- Prepara la bechamel como ya sabes hacer. Reserva.
- Abre los mejillones como te enseñé en su día. Reserva los mejillones y las cáscaras.
- Vamos ahora con los tigre. Pica la cebolla, el ajo y el pimiento en brunoise. Haz lo mismo con el tomate, que habrás pelado previamente. Si está durito podrás pelarlo sin problemas con el cuchillo o el pelador. Si está más maduro escáldalo. Quita las semillas y pica en concassé. Puedes aprovechar las semillas y hacer un miniaperitivo pijotero. ¿Te acuerdas?
- Pon una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva, entre 2 y 4 cucharadas soperas.
- Cuando el aceite esté caliente añade la cebolla, el pimiento verde y el ajo. Remueve y deja hacer 5 minutos.
- Cuando la cebolla esté transparente y el pimiento haya ablandado añade el tomate. Mezcla y deja evaporar el agua que haya soltado.
- Mientras se integra el tomate pica los mejillones. Como ves yo lo hago con unas supertijeras 4 en 1 (¡Já!) pero como lo normal es no tenerlas, pícalos en la tabla con cuchillo, bien picaditos.
- Añade los mejillones a la farsa que tienes en la sartén. Mezcla y sazona. Deja hacer dos minutos y añade la bechamel. Añádela a cucharadas, hasta alcanzar el punto de espesor que quieras. La bechamel dará sabor y hará de “pegamento”, así que debes echar la suficiente para que agarre bien a las conchas de los mejillones.
- Mezcla, deja hacer dos minutos más y aparta del fuego para que enfríe.
- Mientras enfría prepara las conchas de los mejillones. Escoge las más grandes y las que estén en mejores condiciones. ¡Las más guapas! Y sécalas con papel de cocina.
- Cuando la farsa haya enfriado estará más consistente. Coge la cáscara de mejillón y rellénala con una cucharada de la mezcla. Debes hacer que le quede “barriguita”. Tranquilo, que no caerá, y queda mucho más bonito.
- Una vez que acabes el relleno pasa cada mejillón (la parte de la carne) por harina, huevo batido y pan rallado.
- Fríe la parte empanada en una sartén con un poco de aceite de oliva bien caliente.
- Cuando esté tostadito, saca, deja escurrir en papel absorbente de cocina y sirve.
- Mejillones tigre
Notas.
- Como te comenté en su día, no tires el jugo que sueltan los mejillones al abrirse, tiene mucho sabor. Puedes congelarlo para enriquecer algún fumet, salsa o fondo. O también puedes añadirlo a la bechamel, sustituyendo esa cantidad de jugo por la misma cantidad de leche.
- Pueden congelarse sin problema. Congélalos sin freír, tras rebozarlos. Tan solo tendrás que sacarlos una hora antes del congelador y freírlos como normalmente.
- Si no te apetece hacer los mejillones por un lado y la bechamel por otro PUEDES HACER LA BECHAMEL SOBRE EL RELLENO. En este caso no tengas miedo porque se formen grumos por no controlar las temperaturas de la leche como cuando hacemos bechamel a palo seco. Cuando hacemos una bechamel sobre un sofrito, la harina se integra con el sofrito y se va despegando poco a poco cuando incorporamos la leche. Así que no hay problema de grumo. Acuérdate de cuando te enseñé los pimientos rellenos de picadillo.
Recuerda que, si quieres aprender a cocinar de verdad, no a reproducir recetas, tengo un curso básico que hará que no se te resista nada. Además, yo te acompañaré en el camino.
¿Me ayudas a compartir?
¿Sabías que…?
La carne del mejillón fresco ofrece la misma cantidad de proteína de alta calidad que la carne roja, pero mucho menos grasa.
Andrés Guevara Garcia dice
Al parecer, los mejillones se decoraban con unas rayas que provocaban el efecto visual de la piel de un tigre y el producto que se empleaba era salsa picante.
Ana dice
¡Qué bueno Andrés! No tenía ni la más remota idea. Es más, creo que la próxima vez que los haga voy a hacerlo así, con rayas hechas de hilitos de salsa picante. Muchas gracias por aclarármelo. Un abrazo.