Pedazo de título, ¿eh? ¡Ahí es ná! He querido poner todos los nombres para que no te entre ninguna duda si lo ves en algún sitio. Que no se diga que además de aprender a cocinar no te enseño los pijoterismos de la profesión.
Lenguado a la meniere (así también puedes encontrarlo) ¡Oh, la, la! ¿A qué parece algo?
¿Qué hay para comer?
Lenguado a la meniere.
¡Hala! Qué categoría…
Que no te engañen. Que está buenísimo sí, pero que es sencillísimo, también. Hay tantas cosas de este estilo…
¿Ves el programa Masterchef? Una especie de Operación Triunfo culinario (iba a decir Gran Hermano culinario, pero me ha parecido ofensivo, Masterchef me encanta).
Los concursantes son personas “no profesionales” a los que les gusta cocinar. Van haciendo pruebas eliminatorias y de ahí sale el mejor.
Remontémonos al primer día. Mejor plato del programa (cocinado por un chavalete al que yo de “no profesional” no le veo ni el dedo gordo del pie): rodaballo con tartar de tomate, patatas confitadas y jugo de almejas. Yo en el tartar de tomate ya me caí de culo, los otros dos párrafos del título me los perdí.
¡Ha hecho un tartar de tomate!
Jolines… si es que son la leche, ¿¿cómo voy a aspirar yo a aprender tanto como saben ellos?? ¿No se te ha pasado por la cabeza?
Bien, pues te voy a desvelar el misterio. Un tartar no es más que una preparación de carne o pescado crudo picado fino. Déjame dejarte un ejemplo gráfico, como el tarta de salmón que te enseño aquí.
Entonces, si es de carne o pescado… ¿qué pinta el tomate?
Exacto.
Hoy en día se aplican términos que presentan similitudes con el preparado para darle un poquillo más de renombre, para tirarnos el moco vaya. Lo que quiero explicarte es que un tartar de tomate no es más que un tomate picado fino. Presenta similitudes con el tartar original de carne (está crudo y picado fino), pero podría llamarse perfectamente concassé de tomate o brunoise de tomate, pero claro, no quedaría tan pijo, y aquí el caso es aparentar.
A lo que voy. En infinidad de ocasiones nos vamos a encontrar casos así. Mucha chicha y poca limoná… Ojo, no estoy diciendo que lo que te traigo no esté requetebueno. Lo que te quiero decir es que hay veces que los términos culinarios nos pueden echar para atrás y al final no es tan fiero el león como lo pintan.
Si yo hubiera ido a Masterchef antes de saber qué es un lenguado a la molinera y el primer día me cascan: “La prueba eliminatoria es un lenguado a la meuniere“, con las mismas cuelgo el delantal y me voy. Porque soy muy fácil de intimidar.
Ahora bien, si me hubieran dicho “Hazme un lenguado rebozado y fríelo en mantequilla“. Pues eso ya es otra historia ¡oiga!
Así que a lo largo de esta andadura déjame enseñarte un poco de este pijoterismo culinario porque te va a venir muy bien.
Ingredientes:
- 2 filetes de lenguado. En su defecto podemos utilizar fletán (o halibut), se cocina igual. Es muy similar y no tan caro.
- 50 gr de mantequilla. He usado la mantequilla de hierbas para darle un poco de alegría.
- Harina.
- Sal.
- El zumo de medio limón.
Elaboración:
- Sala los filetes de lenguado y pásalos por harina. Reserva.
- Pon a fuego medio una sartén con la mitad de la mantequilla.
- Cuando esté caliente pon a freír el lenguado. Hazlo un par de minutos por cada lado. Esto depende del grosor del filete. Entre 2 y 4 minutos. Haz un lado, dale la vuelta con dos tenedores o una espátula y haz por el otro lado.
- Es preferible hacer los dos filetes a la vez, en una sartén grande, porque la harina que se desprenda se irá quemando y esto hará que se adhiera al pescado y se oscurezca.
- Saca y reserva en el plato en que vayas a servir.
- En otra sartén calienta el resto de la mantequilla. Deja derretir y añade el zumo de limón. Cuando esté bien derretida la mantequilla y esté todo bien integrado estará lista.
- Echa la salsa por encima de los filetes y sirve.
Notas.
- Si no usas la mantequilla especiada añade un poco de perejil picado a la salsa.
- Para acompañar he utilizado unos espárragos crujientes (pijoterismo culinario), pero quedarían perfectas unas patatas cocidas con la salsita del pescado por encima.
- Si ves que la mantequilla se te quema, no te preocupes, es normal, es porque la mantequilla resiste menos temperatura que el aceite de oliva. Por eso no debes poner el fuego excesivamente alto. Si quieres usar una pequeña garantía por si acaso, mezcla mantequilla y aceite de oliva a partes iguales. Haciendo esto logras ampliar un poco el margen de resistencia de la mantequilla.
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anna9187 dice
Hola! Pues mira que siempre había pensado que era algo complicado pero ahora que lo he visto no me ha parecido nada complicado. Gracias por la receta!
Un beso
Ana dice
Si al final todo es muchísimo más fácil de lo que pensamos. Yo también lo creía. Muchas gracias por tu visita. Un besote!
María de La cajita de música dice
No tiene mala pinta, y eso que el pescado no me llama mucho…
Ana dice
A mí antes no me llamaba pero ahora le he cogido un vicio, qué cosas… 🙂 Un beso!
Nerea Ytal Ytal dice
Qué sencillo!! Y teniendo en cuenta que el pescado me vuelve loca.. seguro que lo pruebo!!
Un saludo. Estupendo post.
PD. Yo vi el otro día MasterChef y me pareció muy interesante…
Ana dice
A mí también! Y eso que antes no éramos muy amigos. Este queda super cremosito. Espero que te guste. Un besazo! Y muchas gracias por tus palabras!
Tatiana dice
Gracias Ana por la receta, tiene una pinta increíble, seguro que la hago, no sé si con lenguado o con otro pescado. Un besico.
Ana dice
Si pruebas con otro cuéntame, para probar yo también 🙂 Un besote!