¡Abramos la mente!
Lo sé, no os traigo algo novedoso ni original, las ensaladas de legumbres están a la orden del día desde tiempos inmemoriales. Pero apuesto la cabeza a que, el 90% de las personas, cuando escuchan la palabra garbanzos, o fabas, o lentejas, piensan en su caldito y su choricito.
¿Me equivoco?
Ojo, que no me extraña, ¡los potes están buenísimos! Pero no solo de chorizo vive el hombre, ¿no? De ese 90% de personas que piensan en chorizo cuando escuchan la palabra garbanzos, las tres cuartas partes suelen arrugar la nariz cuando les sustituyes la imagen de chorizo por la de una ensalada de legumbres. ¿Por qué?
¡Las ensaladas de legumbres molan!
Y son una opción muy saludable. No os vengo a vender que dejemos de comer carnes y pescados, porque aunque a mí me gustaría hacerlo (todavía no he sido capaz), lo que quiero es enseñaros a cocinar. Quiero ENSEÑAROS A COCINAR TODO. Luego ya decidís lo que coméis y lo que no.
Pero es que además de ser una opción muy saludable por las proteínas vegetales que nos aportan dejando de lado las grasas saturadas de las proteínas animales, las ensaladas de legumbres nos ofrecen multitud de matices.
Estoy segura de que hay mucha gente que no sabe cómo saben los garbanzos a pelo, sin la grasilla del compango que lo recubre. Y ¿sabéis qué? ¡Los garbanzos están muy buenos! El sabor mismo del garbanzo quiero decir.
Creo que, a día de hoy, tiramos demasiado de las grasas a la hora de condimentar la comida y que esto, en mayor o menor medida, nos atrofia bastante el gusto. Ojo, vuelvo a repetir que hay momentos para todo. Soy consciente de que en época de frío entra mejor un cocido que una ensalada de garbanzos. Pero podemos combinar, ¿no?
Una ensalada en sí misma no tiene ninguna ciencia. Tan sólo debemos combinar los ingredientes que más nos gusten y, ¡pal plato! Hoy os traigo la combinación que me ha gustado a mí. Pero antes, vamos a hablar un poquito de esta legumbre.
¿Os dan miedo las legumbres?
A mí me daban mucho. No sé por qué pero no era capaz de creerme que simplemente con cocerlos en agua ya alcanzasen esa ternura y ese sabor que acostumbraba a comer en los cocidos de mi madre.
Todo pa’ la pota hija, y ya está.
Bien, es cierto. Aunque estuve años sin creérmelo al final tuve que bajarme de la burra. Que no os den miedo las legumbres.
TAN SÓLO HAY QUE COCERLAS.
Evidentemente si las hacemos en potaje tiene un poco más de ciencia. Debemos buscar los ingredientes adecuados para dar con un plato sabroso. Pero para una ensalada no debemos preocuparnos tanto. Sí, debemos cocerlas con elementos de condimentación, pero ingredientes ligeros ya que, ese agua de cocción lo escurriremos, no lo usaremos en el plato como hacemos con los potajes.
Como sabemos, la mayoría de las legumbres (la excepción son las lentejas) han de pasar por una fase de remojo previo al cocinado para hidratarlas y que resulten tiernas con un tiempo de cocción razonable.
Hablemos de los garbanzos. Los garbanzos son la única legumbre para la que debemos hacer ese remojo previo con agua tibia. ¿Por qué? Porque sí. Esta vez es la única razón que os puedo dar. Resulta un poco tonto porque realmente ese agua tibia se volverá fría pasados unos pocos minutos. Pero es así.
Pero no solo son la excepción en este caso si no que también son especialitos a la hora de cocer. Mientras que las demás legumbres se ponen a cocer a partir de agua fría, los garbanzos han de cocerse a partir de agua hirviendo. Y también es así, no hay tutía. Si queréis que unos garbanzos queden tiernos y en su punto debéis meterlos en la olla cuando el agua haya alcanzado el hervor. Luego ya procederemos a una cocción normal, con un ligero hervor constante hasta que estén tiernos, lo que vienen a ser unas dos horas.
Llegados a este punto dejad que me repita para que quede bien claro. Una vez que tenemos esto matices claros LA TERNEZA DEL GARBANZO SE CONSEGUIRÁ CON UNA COCCIÓN ADECUADA Y PROLONGADA. Y con adecuada me refiero a que sea un hervor ligero y constante, no hacer falta ni termómetro, ni ser ingeniero, ni nada de nada.
Además, es MUY IMPORTANTE LA CALIDAD DEL GARBANZO. ¿Recordáis el cocido de garbanzos? Lo hice con unos garbanzos tan malos que tuve que tenerlos hora y media en la olla a presión, una locura, cuando en 20 minutos en olla a presión han de estar hechos.
Recapitulemos. Garbanzo de calidad, remojo y cocción adecuada y…
¡elementos de condimentación!
Aunque sólo los queramos cocer para utilizar como ingrediente principal de una ensalada, debemos darle algo de “vidilla”. Simplemente con una zanahoria, un puerro, un trocito de apio y una cucharadita de sal, ya tendremos unos garbanzos cojonudos.
Así que el procedimiento será el siguiente. Echaremos los elementos de condimentación en agua fría (para permitir que los sabores se dispersen por el agua, recordad el método de cocción por expansión) y esperamos a que el agua alcance el punto de ebullición. Llegado este momento ya podemos añadir los garbanzos y hacer una cocción suave y prolongada hasta que estén tiernos (alrededor de unas dos horas).
Y después del soberano rollazo (pero didáctico oye), vamos con la receta.
Ingredientes (para dos personas):
- 150 gr de garbanzos.
- 1 zanahoria.
- 1 puerro.
- 1 trozo de apio.
- 1/4 de cebolla tierna.
- 1 trozo de pimiento verde.
- 1 lata de atún al natural (de las grandes o dos latas de las pequeñas).
- 1/2 aguacate.
- 1 huevo cocido.
- Aceite de oliva virgen.
- Vinagre balsámico.
- Sal.
- Ajedrea.
Elaboración:
- La noche anterior ponemos los garbanzos a remojo en agua tibia. El agua ha de ser abundante porque los garbanzos van a duplicar su volumen.
- Al día siguiente cocemos los garbanzos. Para ello los escurrimos del agua de remojo y reservamos.
- En una olla con abundante agua echamos la zanahoria pelada y partida en dos, el puerro partido en dos, el apio, y una cucharadita de sal. Llevamos a ebullición.
- Cuando el agua hierva añadimos los garbanzos. Los cocemos durante dos horas manteniendo una ebullición suave y constante. Si nos quedamos sin agua agregaremos más agua caliente, NUNCA FRÍA, para que no pierda el hervor. Hablamos de ese hervor que saca burbujitas (un hervor suave), no del hervor a borbotones.
- Vamos probando los garbanzos y, cuando estén tiernos (a las 2 horas aproximadamente) apartamos del fuego. Escurrimos el agua y reservamos los garbanzos.
- Echamos los garbanzos en un bol y añadimos el resto de ingredientes. La cebolla y el pimiento en brunoise, el tomate en concassé y el aguacate y el huevo cocido también en forma de dados. Escurrimos el agua del atún, lo desmigamos y lo añadimos también.
- También vamos a aprovechar la zanahoria de la cocción. La picamos en dados y la echamos con todo.
- Preparamos ahora una vinagreta sencilla. Echamos en un vaso 3 partes de aceite de oliva virgen, 1 de vinagre balsámico y una pizca de sal. Emulsionamos bien y regamos la ensalada con ella.
- Espolvoreamos con una pizca de ajedrea, que va muy bien con las legumbres, o con la especia que queramos.
- Y decoramos con un poco de sal negra (opcional).
Notas.
- Como veis no he enfriado los garbanzos. Lo he hecho porque, como la época no acompaña, seguro que preferimos una ensalada templada. En este caso aseguraos de que los ingredientes de la ensalada estén a temperatura ambiente y no de nevera. Además, antes de añadir el aguacate echadle unas gotitas de limón, ya que el calor no le va nada bien para la oxidación.
- Si os apetece una ensalada más fresquita tan sólo debéis dejar enfriar los garbanzos o enjuagar con agua fría una vez cocidos y escurrirlos bien antes de usar.
- Si no os apetece hacer todo el rollo de cocer los garbanzos podéis usar garbanzos de bote. En este caso, cuando los saquéis, enjuagadlos bien con agua para quitar el sabor a conserva.
Cristina dice
Esta ensalada tiñe muy buena pinta!! Me la apunto.
Besos crisylaura.
Ana dice
Mil gracias Cris!! 🙂 Un besote!
Nacho dice
Está la probare.. En mi casa hacemos un par de ensaladas con legumbres.. Tenemos una con lentejas y una con judias .. Me faltaba una con garbanzos…
Por cierto me he aficionado a escabechar los garbanzos para añadirlos a la vichissoisse.. Seguro q con garbanzos escabechados se puede hacer una buena ensalada
Ana dice
Anda!No había escuchado nunca lo de la vichyssoise con garbanzos en escabeche, y lo miro en internet y veo que es muy común, qué cosas. A mí es que la vichyssoise me pirra tal cual, pero por supuesto que lo probaré. La ensalada de lentejas y de alubias también es total. Y luego hay gente que no la sacas del chorizo y morcilla. Una pena… Mil gracias por la sugerencia!!
Antonio dice
Riquísimo. En casa hacemos una muy parecida, aunque los ingredientes que acompañan a los garbanzos van variando según la disponibilidad. Menos la vinagreta, claro.
Tal vez lo más reseñable en cuanto a diferencias sea una pequeña cama de rúcula y canonigos (creo que no me equivoco con los nombres) sobre la que poner la ensalada una vez emplatada. Me encanta el toque que le dan, tanto de sabor como el punto crujiente.
Ana dice
Totalmente de acuerdo Antonio! Además no podría gustarme más porque es el mix que compro siempre. La lechuga normal no me llama mucho a no ser que sea de huerta. Entonces ahí no me resisto. Pero el toque de rúcula y canónigos me encanta 🙂