El verano siempre ha sido de la ensaladilla rusa, es así. Por muchas ensaladitas verdes o ensaladas de pasta que barajemos como alternativa está claro que la reina es la ensaladilla rusa. Quién no ha dicho en casa…
¿Hacemos una ensaladilla que ya hace calorcito?
Y yo hoy vengo a reivindicar un puesto para las demás ensaladas de patata, ¡que también existen oye! A mí la ensaladilla rusa me gusta, no diré que no. Pero me da miedo. No me atrevo a pedir una ensaladilla rusa en ningún sitio porque tengo miedo de que me traigan una cantidad ingente de mayonesa con cuatro patatas que asomen tímidamente.
¿¿Qué os pasa con la mayonesa??
No conozco a nadie, salvo a mí, que no le chifle la mayonesa. A mí me gusta… psé… está bien… pero para que resbale la patata de la ensaladilla, punto pelota. No comprendo la gente que echa cucharadas de mayonesa a retorcer. ¡Se va todo el sabor! Vale que las patatas no es que tengan muchísimo sabor pero… ¡lo tienen! Y a mí unas patatas cocidas con un poco de aceite de oliva virgen y un poco de sal gorda, ¡me encantan!
¡Reivindico el sabor de las patatas!
Muy reivindicativa vengo yo hoy. Pero es verdad. No me gusta enmascarar los sabores de las cosas con kilos de salsa. Por eso en vez de la típica ensaladilla rusa, reina del verano, os traigo la ensalada campera.
¿Sabéis lo que es una ensalada campera? Yo lo descubrí hace unos años en Pamplona si no recuerdo mal. Y es que no es más que una ensalada de patata con vinagreta. Claro que tiene más ingredientes base, pero como cada uno la hace a su gusto pues… no siempre os los encontrareis. Aun así, lo más común es hacerla además, con atún, pimiento, cebolla, huevo cocido y aceitunas.
Se aliña con una vinagreta clásica, de aceite y vinagre en proporción 3 por 1. Pero hoy os traigo una alternativa. Se trata de añadirle, además, una yema de huevo cruda. Esto nos proporcionará una vinagreta más melosa y sabrosa. Como todo es opcional, si queréis la echáis y si no queréis no. Pero os aconsejo probar, que al fin y al cabo la cocina es de lo que trata, de experimentar.
Ingredientes (para dos personas):
- 3 patatas medianas.
- 1 huevo cocido.
- 1 trozo de pimiento verde.
- 1 trozo de pimiento rojo.
- 1/2 cebolla tierna.
- 1 tomate.
- 1 trozo de pepino.
- 2 latas de atún.
- Aceitunas negras.
Para el aliño:
- 1 yema de huevo.
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen.
- 2 cucharadas de vinagre de sidra.
- 1 cucharadita de sal.
Elaboración:
- Cocemos las patatas como vimos en su día.
- Cocemos también el huevo como ya sabemos. Lo dejaremos 10-12 minutos en ebullición, ya que lo queremos duro-duro.
- Mientras se cuecen las patatas y los huevos preparamos las hortalizas. Pelamos y picamos la cebolla en juliana.
- Pelamos y cortamos el tomate en 8 gajos y, éstos, a la mitad.
- Lavamos y cortamos los pimientos en una especie de juliana gruesa y corta, como vemos en las imágenes.
- Pelamos y quitamos las semillas del pepino y lo cortamos como los pimientos.
- Cuando las patatas estén cocidas, les quitamos la piel y las cortamos en trozos grandes, a nuestro gusto.
- Picamos también el huevo que ya estará cocido y refrescado, y lo cortamos groseramente.
- Echamos en la fuente en que vayamos a hacer la ensalada todos los ingredientes: las patatas, el atún (escurrido y desmenuzado groseramente con un tenedor), el huevo cocido, el pimiento rojo y verde, la cebolla, el pepino, el tomate y las aceitunas. Mezclamos bien con ayuda de una espumadera o espátula.
- Preparamos el aliño. Para ello mezclamos todos los ingredientes en un mortero y mezclamos hasta integrar.
- Vertemos el aliño en la ensalada, integramos y servimos.
Notas.
- Esta ensalada está más rica si la dejamos reposar un poco. Entre media hora y una hora nos valdrá. Recordad que lleva huevo crudo, por lo que no nos podemos demorar mucho.
- Si queremos dejarla preparada del día anterior o queremos dejarla reposar más tiempo para que aposenten más los sabores, la guardaremos sin el aliño. Y lo haremos cuando la vayamos a servir.
- Podemos usar cualquier variedad de vinagre que nos guste más. Tan sólo hay que tener en cuenta que un vinagre oscuro, como el balsámico, teñirá la patata.
- Si os da un poco de respeto usar yema cruda para el aliño, usad una cocida, no integra igual de bien pero nos da un toque.
- Si os parece poco aliño echad más cantidad de aceite y vinagre, siempre en proporción 3 por 1. Con una yema nos vale de sobra igual.
¿Recordáis que hace unos días hablábamos del tema de la decoración? Bien, pues ahora ya no me quedo tranquila si no hacemos alguna pijada con los platos que presentamos.
Tengo que decir que a mí, la ensalada campera me gusta en plan casero. En el plato o bol y pista.
Pero, ¿qué os parece si hacemos algunas pijadillas como decíamos el otro día? Simplemente usando un aro de emplatar para dar volumen y haciendo unos dibujos en el plato con crema de vinagre balsámico y una mermelada de tomate por ejemplo, podemos presentar algo así.
No nos hemos ni despeinado y el resultado cambia un poco, ¿no?
¡Ah! Algo de lo que no os hablé en su día para decorar es la sal. Hoy en día hay un montón de sales gruesas de colores, que dan al plato un aspecto diferente. Sales negras (como la que veis en la imagen), rosas, rojas… Es un elemento decorativo que no lleva ningún tipo de elaboración y que no dará un aspecto más pijales.
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