¡Mi vida es un caos!
No tengo tiempo para nada. Por semana me levanto a las 6 de la mañana para ir a trabajar, trabajo hasta las 4 de la tarde del tirón y luego me pongo a trabajar en lo que veis todos los días. Entre una cosa y otra suelo llegar a casa a las 9 de la noche, que si recados, compra… haz la cena, recoge un poco y vuelta a empezar. Como por semana no tengo tiempo para hacer nada suelo ocuparme de cocinar y hacer las labores de casa los fines de semana.
¿Pero que pasa si es fin de semana fui un poco mala? Hablo de irme de fiesta no penséis cosas raras. Pues que todo mi planteamiento se va al garete. Eso es precisamente lo que me pasó este fin de semana. Si salgo una noche al día siguiente no soy persona. Estoy mayor para estos trotes ya, ¡qué le vamos a hacer!
Si juntamos todo eso con que me encanta aprender cosas y contároslas el resultado es una semana totalmente caótica para mí. Ir a casa a carreras para cocinar y no perder la luz del día para sacar fotos decentes.
En estas me vi ayer. Corre que te corre. Nada más llegar a casa cogí cámara y me puse a ello. Ni recogí las bolsas de la compra que llevaba ni nada de nada. Me puse con tres cosas a la vez. La mesa plagada, la encimera a tope… ¡Voy a poner las cosas en las sillas! Y cuando más o menos lo tengo todo encaminado aparece mi perrito por la cocina. ¡Cierra la puerta de la cocina boba! No, no tenemos, así que a recoger cosas de las sillas y ponerlas por donde se pueda.
En estos momentos suele ser cuando me empiezo a agobiar un poco, ¡o muchísimo! ¿Cuál fue el colmo de ayer? En medio de todo este jardín me pongo a vigilar la empanada que tengo en el horno, me agacho y… de repente viene una bola de pelo que me pega un señor lametón en la nariz y me tira de culo.
¡Qué caos de vida! Jajajaja
Y ahora que ya os he contado cómo se me cae la baba con mi perrito Leo de 6 mesecitos (está enorme el jodío) vamos con lo que nos ocupa.
Esta empanada la llevo haciendo un montón de años, desde que la vi en su día en Cocinando entre Olivos. La he versionado de muchísimas maneras y hoy os quiero enseñar la original, aunque modificada a mis gustos, con cantidades menores y el toque de queso crema que os enseño a continuación. Lo que pretendo al traérosla es que veáis lo sencillo que puede ser preparar una empanada buenísima para esos momentos de apuro en que tenemos que llevar algo a un cumple, tenemos alguien de improviso en casa o casos similares.
También os quería enseñar una manera muy guay para decorar una empanada. Esto lo he visto en Kanela y Limón.
El toque de queso crema en la empanada lo echo desde que una amiga me enseñó una empanada de jamón y queso buenísima que lleva este truco. El resultado es una empanada mas cremosa. A ver qué os parece.
Ingredientes (para una empanada pequeña):
- 1 lámina de hojaldre.
- 1 poco de queso de untar (tipo Philadelphia).
- 6 lonchas de bacon.
- 1/2 rulo de queso de cabra (o un poco más).
- 3 dátiles.
- 1 huevo (opcional). Podemos sustituirlo por un poco de leche o agua.
Elaboración:
- Encendemos el horno a 180º para precalentarlo.
- Estiramos la lámina de hojaldre y la doblamos a la mitad a lo largo. Marcamos la doblez y desdoblamos. Esto nos sirve para calcular perfectamente el espacio que tenemos para rellenar con ingredientes.
- Untamos una de las mitades de queso crema (dejando en los laterales exteriores un margen de uno o dos dedos sin untar). Si queremos que la empanada quede más cremosa podemos untar las dos.
- Disponemos las lonchas de bacon en la parte que hemos untado (si hemos untado las dos pues en una de ellas). Podemos pegar el bacon totalmente a la línea de la doblez, pero en los demás bordes, al igual que con el queso, dejaremos un pequeño margen para poder cerrar posteriormente la empanada.
- Cortamos el queso de cabra en rodajas gruesas, de medio centímetro aproximadamente y las colocamos encima del bacon. A mí me gusta cortarlas a la mitad (en medias lunas) y separarlas un poco, ya que el queso de cabra es muy intenso.
- Picamos los dátiles finamente y los disponemos encima del bacon. También los colocamos esparcidos, proporcionan un sabor muy intenso y dulce.
- Doblamos de nuevo la empanada por la línea de la doblez, atrapando el relleno dentro. Unimos los bordes como en la foto, doblándolos uno contra otro. Y finalmente aplastamos el borde con un tenedor para sellar bien.
- Batimos el huevo y pincelamos la empanada con él. De esta forma conseguiremos un bonito color dorado en el horneado. Como vemos en los ingredientes, podemos sustituirlo por leche o por agua.
- Horneamos a 180º durante 15 minutos aproximadamente, calor arriba y abajo con ventilador, o hasta que esté dorada.
- Sacamos, dejamos enfriar en una rejilla y servimos.
Notas.
- Si queremos hacer una empanada grande tan solo tendremos que doblar cantidades. No nos hará falta hacer la doblez, usaremos una lámina de hojaldre como base y la otra como tapa.
- Si no tenemos dátiles podemos sustituirlos por cebolla caramelizada o confitada. El éxito de esta empanada radica en el contraste dulce-salado.
- Podemos añadir ingredientes. Si algo he aprendido de la ensalada de espinacas y queso de cabra es que la espinaca y el bacon combinan perfectamente, así que podemos incluir unas hojas de espinacas por encima, ¡queda perfecta!
Marga dice
Buenísima!!
Encontré la receta a través de la app Recetix, y me ha encantado…
Muy bien explicada, con fotos que ayudan visualmente a ver cómo hacerlo.
Receta muy sencilla y de éxito asegurado!??
Ana dice
Mil gracias Marga. Me alegra que te guste. Un abrazo!