Anchoa, bocarte, boquerón… ¡me vuelven loca! ¿Cuál es el nombre de verdad? ¿Son lo mismo? ¿Por qué me quieren volver la cabeza churro?
Son lo mismo, no os volváis chiflados como yo. ¿Por qué entonces se llaman de tantas formas? Por tocar los pies, ni más ni menos. Hay gente que llama bocarte al pescadito fresco, hay quien lo llama anchoa y hay quien lo llama boquerón. Pero son todos lo mismo. En Asturias, o en mi casa más concretamente, llamamos bocarte al pescado fresco, boquerón cuando lo hacemos en vinagre y anchoa al filete que viene en lata en salazón. Pero tengo entendido que va por regiones y, en el País Vasco por ejemplo no lo dicen así ni por asomo.
¿Recordáis cuando os dije que podíamos cocinar con limón o vinagre? Lo veíamos en el salpicón de merluza. Hoy lo vamos a hacer con los bocartes. Tan sólo los limpiaremos y los meteremos en vinagre de un día para otro. Los meteremos oscuritos y los sacaremos blancos, porque el vinagre los habrá cocinado. Hay quien los tiene tan sólo 15 minutos, hasta que se pongan blancos y punto. Esto depende de gustos. Por supuesto, cuando más tiempo los tengamos en el vinagre, además de cocinarse más, tendrán un sabor más pronunciado.
Para conservarlos una vez hechos los meteremos en aceite de oliva con un poco de ajo. De esta forma podremos tenerlos hasta una semana en la nevera. Podemos incluir un poco de perejil picado junto con el ajo, yo no lo he hecho porque no tenía, pero quedan muy buenos. Si os pasa como a mí podéis hacerlos sin él y luego echarlo a la hora de servir.
Lo más laborioso es limpiarlos pero lo demás en sencillísimo. Y os aseguro que no tienen nada que ver con los comprados. Yo les estoy cogiendo un vicio que no es normal.
Ingredientes:
- 1 kilo de boquerones.
- 1/2 litro de vinagre de sidra.
- 1/2 litro de aceite de oliva virgen.
- 5 ajos.
- Sal gruesa.
Elaboración:
- Limpiamos los bocartes y los congelamos al menos 24 horas para evitar riesgo de anisakis.
- Descongelamos los boquerones y procedemos.
- Los colocamos por capas en un recipiente hermético y vamos espolvoreando entre cada capa con sal gruesa y empapando con el vinagre.
- Repetimos el procedimiento hasta acabar los boquerones. Dejamos bien cubiertos por el vinagre, tapamos y reservamos en la nevera hasta el día siguiente. Yo los dejo toda la noche, al menos 8 horas.
- Al día siguiente los escurrimos del vinagre, con ayuda de un tenedor mismamente y los vamos colocando en otro recipiente en capas. Esta vez vamos cubriendo las capas con ajo bien picado y aceite de oliva virgen. Repetimos el procedimiento hasta terminar con los bocartes.
- Reservamos en la nevera durante 2 horas antes de consumir.
Notas:
- Es importante que limpiemos y desangremos bien los boquerones en agua fría para que nos queden bien blancos a la hora de cocinarlos en el vinagre. Aun así nunca quedarán tan blancos como los industriales.
- Recordad añadir el vinagre entre capa y capa. No cometáis el error de colocar todos los boquerones en filas y luego cubrirlos con vinagre de una vez. Aunque no lo creáis si lo hacemos así corremos el riesgo de que el vinagre no llegue a todos los bocartes.
- Cuanto más tiempo los tengamos en vinagre más se cocinarán y más duros se volverán. Hay gente que incluso los tiene 15 minutos. Para saber que una bocarte está listo debe estar blanco por fuera y por dentro.
- Si os resulta muy fuerte la solución de vinagre sola podéis hacer una proporción de 80% vinagre y 20% agua.
- El tipo de vinagre es opcional, podéis usar el que más os guste dentro de los suaves, es decir, de sidra, de manzana, de vino… pero nunca de Módena.
Deja una respuesta