No sé si habréis tenido una infancia tan gili… como la mía. Hablando desde el cariño claro (que a ver si no entendéis mi humor y la tenemos montada).
Era habitual que cuando me preguntaban que quería de comer pusiera una mano en cada mejilla me aplastase la cara y dijera:
¡¡Bocadillo de bonito!!
Y no es que me gustase el bonito, si no que era feliz haciendo el mono.
El bonito es un pescado seco, muy seco, ¡sequísimo! (a menos que lo dejemos poco hecho, cosa que me encanta en la comida). Y se me atraviesa. A mí me gustan las cosas jugosas. Por eso cuando mi pinche me dijo que su comía favorita del verano era el bonito con pisto y una botellina de sidra no me lo creí.
¿¿A ti te gusta el bonito??
Y es que lo seco del bonito con sus gustos no me pegaba, ni por asomo. Pero luego me lo aclaró.
Me gusta el bonito de mi madre.
¡¡¡Ah!!!
Bonito con pisto, de esta forma no queda seco para nada. A ver, sigue siendo seco, no vamos a pretender cambiar la naturaleza del pececillo, pero como mojamos en pisto pues… no se nota.
Estamos en plena temporada del bonito, y aquí en Asturias está fantástico, el bonito del noooooooooooorte. Algo bueno teníamos que tener, ¿no? No sale el sol ni obligándolo pero el bonito lo tenemos oiga.
Vamos a ello. Cantidades orientativas, como siempre. Realmente en casa lo tomamos con mucho más pisto pero no quería que creyerais que estoy tarumba así que os dejo una cantidad moderada y a partir de ahí añadís o reducís, a vuestro gusto.
Ingredientes (para 4 personas):
- 800 gr de bonito aproximadamente (2 buenas rodajas).
- 900 gr de pisto.
- 50 gr de agua.
- 2 cucharadas de aceite de oliva suave.
Elaboración:
- Primero preparamos el pisto. Una vez listo lo echamos en la cazuela en la que vayamos a hacer el bonito. Ponemos a fuego medio-bajo y mientras vamos haciendo el bonito.
- En una sartén antiadherente amplia echamos el aceite y ponemos a fuego medio-alto. Una vez que el aceite esté caliente freímos las rodajas de bonito. Primero por un lado, hasta que dore y después por el otro. Un minuto por cada lado será suficiente aunque antes de dar la vuelta lo levantaremos un poquito con una espátula para ver si ha dorado.
- Cuando el bonito esté dorado por ambas partes lo sacamos y lo colocamos en un plato para quitarle las espinas. Para limpiarlo tan solo tenemos que quitar la piel que rodea la rodaja con un cuchillo y dividirlo en 4 para quitar la espina central. Es muy fácil.
- Una vez que tenemos la rodaja lista añadimos los trozos a la cazuela con el pisto. Dejamos hacer 20 minutos con la tapa puesta. Si vemos que la salsa nos queda demasiado espesa, poco jugosa, le echamos el chorrito de agua y lo mezclamos bien con cuidado de no romper el pescado.
- Una vez pasado el tiempo apartamos del fuego, tapamos y dejamos reposar hasta servir.
- Bonito con pisto
Notas.
- Si no tenemos sartén antiadherente no pasa nada, utilizaremos el truco del pescado a la plancha.
- El bonito está mejor con reposo, para que se haya impregnado mejor con la salsa.
- Si pasáis de operación bikini añadid unas patatas fritas, ¡le quedan genial!
David dice
Que ganas tengo de visitar otra vez el norte es España…y con estas recetas, lo unico que haces es que muera de envidia… Que bueno tiene que estar ese bonito!!
Un saludo!!
Ana dice
Gracias David!! Qué ilusión leerte! 🙂 El norte tiene que ser visita obligada de todos los años, con lo majetes que somos, jeje. Un besazo!