Lo mío es de género bobo.
O me tiro meses sin publicar, o me pongo a escribir una receta un domingo a la 1 de la mañana teniendo que levantarme el lunes a las 7 para ir a trabajar… Pero ahora que tengo internet (¡Sí! ¡Por fin! Yupiiiiiiiiiiii) quiero mantener una constancia, que me encanta enseñaros cosas. Y es tan, tan, tan fácil esta receta, que a la 1:30 espero estar con la oreja pegada a la almohada.
¿Sabéis lo que es la panacota? Es un postre típico italiano que significa “nata cocida”. Evidentemente se llama así por algo. Es nata que se ha cocinado y se deja espesar. Punto pelota. No hay más. Bueno sí, los matices. Que si azúcar para que esté dulce o que si queremos añadirle algún sabor. Como veis en el título sí he querido añadirle un sabor, limón, pero tiene su aquel. Os voy a explicar por qué.
La semana pasada estaba viendo Canal Cocina (¡Sí! ¡Por fin tengo internet y canales chachis!) y se me plantó delante Donna Hay con sus recetas fáciles. Estaba haciendo, como no, una panacota. Total, que va la tía y mezcla delante de mis narices nata, azúcar y zumo de limón. Lo pone 2 minutos al fuego y para la nevera. ¡Et voilá! A las horas saca de la nevera la supuesta panacota, tira encima un arándano, ¡y rebota!
¿Pero cómo tiene tanta cara esta tía?
¿Cómo puede ser tan mentirosa?
¿Cómo va a cuajar la nata sin una hoja de gelatina ni un poco de cuajada ni nada?
Andaaaa, no me lo creo para nada. Evidentemente hice la prueba y es verdad. Lo siento por mi incredulidad, Donna Hay, y le presento todos mis respetos y admiración.
Me pasé una semana entera haciendo panacota, de limón, de cacao, de naranja… para encontrarle explicación. Y aquí está.
Como os comentaba la panacota es nata cocida, pero hay que espesarla con algo, ya que la textura es un término medio entre la de una gelatina y la de un yogurt, como una crema muy espesa. Pero para darle espesor a la nata habrá que cuajarla con algo, ¿no? Sí. La panacota se cuaja con gelatina, es lo común, y las recetas habituales son así. ¿Por qué en este caso no hace falta? Por el ácido del limón. El ácido ascórbico o, lo que es lo mismo, la vitamina C. Eso es lo que hace que la gelatina cuaje. No me digáis por qué pero es así. Sí es cierto que los ácidos cocinan. Probad a bañar un pescado crudo con zumo de limón, veréis como la carne se vuelve blanca, porque se cocina con el limón. Así que esa es la explicación que le encuentro. Esta receta tan chupada con limón funciona, con naranja funciona, con fresas… imagino que pueda funcionar (no me dio la semana para tanto), pero para todo lo demás Mastercard. Gelatina, perdón.
Vamos allá, no os vais a creer lo sencillo que es este postre.
Ingredientes:
- 500 gr de nata para montar.
- 120 gr de azúcar.
- 60 ml de zumo de limón.
Elaboración:
- Mezclamos la nata con el azúcar y podemos cocer a fuego suave hasta que se disuelva el azúcar mientras removemos.
- Subimos un poco el fuego para que hierva suavemente. En este momento dejamos hervir 2 minutos y apartamos del fuego.
- Mezclamos con el zumo de limón y dejamos reposar 5 minutos.
- Removemos de nuevo para integrar la mezcla, colamos y vertemos en los vasitos.
- Llevamos a la nevera un mínimo de 4 horas.
Notas.
- Para decorar le viene bien algún fruto rojo. O azúcar de colores.
- Podemos añadir a la mezcla ralladura de limón.
- También podemos hacer una variante con zumo de naranja. Y si os atrevéis, podéis probar con cualquier fruta ácida. ¿Qué pasa si no sale? Pues que la volvemos a calentar y le añadimos 2 hojas de gelatina previamente hidratadas. Como vimos el otro día que se usa. ¡No pasa nada!
Marita dice
Hola , quería hacer panacotta, pero con leche, lo que no sé es si con la leche tb se cuaja gracias al limón. Un saludo, me gusta tu blog jeje
Ana dice
¡Mil gracias Marita! 🙂 Te comento. Con leche dudo que te cuaje porque es mucho menos densa que la nata. Te diría que lo intentes con gelatina pero aún así no va a quedar bien. Con gelatina sí que cuajaría pero quedaría más tipo “gelatina royal” que pannacotta porque no tiene suficiente componente graso, no quedaría meloso. De todas formas lo probaré para asegurarme y te digo. También puedes intentarlo con cuajada pero te daría sabor, y sería una cuajada, no pannacotta, que en realidad es “nata cocida”.
Si al final te animas a hacerlo con nata asegúrate de que tiene el 35% de materia grasa.
Un abrazo.
Concha dice
Que bueno tu prólogo Ana!! Me he reído mucho porque yo hice exáctamente lo mismo que tú, parecía que me hubieras visto por un agujero. Vi la receta de Panna Cotta en la tele (Canal Cocina) hecha sin gelatina, en vez de Donna, el chef era Gonzalo D’Ambrosio, pero es exactamente la misma, la he hecho hoy y la publicaré la próxima semana y probaré con otros cítricos como tú. Besos!!
Ana dice
Jajajajajaj, ¿a que sí? A mí me pareció surrealista del todo. Y toda la razón. Qué curioso es esto de la cocina a veces… Me acabas de recordar que tengo pendiente unas cuantas pruebas. Habrá que ponerse a ello! Un besote!