¡Me estoy quitandoooooo, me estoy quitandooooooo! ¡Solamente me pongo de vez en cuando, de vez en cuandooooo!
No existe canción que explique mejor mi relación con los lácteos que esta. Me quiero quitar, sí, pero no puedo.
Los lácteos, que tema más controvertido. Que sí son buenos, que si son malos… ¿Qué opinión tenéis al respecto? De las dos posturas yo me quedo con la segunda. Mas que nada por experiencia. Yo noto que me hinchan, que resultan bastante indigestos, que no son buenos para la piel… Pero están taaaaan ricos. La leche no me preocupa mucho, apenas tomo, pero ¿y los yogures? ¿¿Y el queso?? No, no podría vivir sin lácteos. Así que cuando me entra un antojito no le puedo decir que no. Y ha sido el caso del arroz con leche.
Ay, el arroz con leche, qué rico. Pero yo no lo sé hacer…
¿Sabes remover?
Sí…
Pues ya sabes hacer arroz con leche.
Solo hay que saber remover y no meter la pata en la elección del arroz.
No sé cuantísimas veces había hecho este postre ya, y nunca jamás tuve problemas. Hasta que me puse a sacarle fotos para enseñaros. Metí la pataza, ¡y de qué manera!
Tengo un bote en casa en el que guardo el arroz bomba, ese gordito y blanquito. Pero el otro día cuando me puse a cogerlo no tenía ese arroz, era otro alargado y amarillo, arroz vaporizado que se llama. ¡Qué mas da! Para arroz con leche dará igual. ¡Craso error! El resultado fue un arroz con leche incomible. El arroz que no se pasa. Doy fe de que no se pasa. ¡No se pasa ni queriendo! Antes de que yo lo probase lo probó mi pinche.
No te lo tomes a mal, pero no te quedó muy rico, el arroz está un poco duro…
¡Jajajaja, pobre! Siempre tan delicado. ¿¿Un poco duro?? ¡Estaba malísimo! Así que para que no os pase como a mí, os dejo este consejito.
A la segunda no hubo problema ninguno. Con el arroz con leche blanquito y esta receta os vais a rechupetar los dedos.
Pero… ¿es necesario remover continuamente?
Siento comunicaros que sí. De lo contrario la leche se pegará al fondo, se creará nata… un desastre. Pero merece la pena. Sí, os podéis rascar la nariz o despistaros 1 minutito, ¡pero no más! Y cuando remováis aseguraros de hacerlo por todo el fondo, no en círculos como solemos acostumbrar.
Ingredientes:
- 160 gr de leche evaporada.
- 590 gr de leche semidesnatada.
- 90 gr de arroz bomba.
- 1 piel de limón.
- 1 piel de naranja.
- 1 palo de canela (opcional).
- 1 pizca de sal.
- 10 gr de mantequilla.
- 70 gr de azúcar.
Elaboración.
- Ponemos una pota grande a fuego medio-bajo y agregamos las dos leches, el arroz, las pieles de naranja y limón, el palo de canela y la sal.
- Removemos constantemente. El arroz deberá estar al fuego 1 hora aproximadamente hasta alcanzar la consistencia óptima. Así que removemos y removemos.
- A la media hora veremos como ha ido espesando y como se aprecia el arroz en la superficie cuando removemos.
- Pasados 45 minutos veremos como ya ha alcanzado una espesura consistente, en este momento echamos el azúcar y la mantequilla. Integramos bien y dejamos hacer 5 minutos más (mientras removemos claro).
- Ahora solo queda decidir el espesor que queremos. Si nos gusta mas cremoso o mas compacto. A mí me gusta cremoso así que lo saco cuando aún queda un poco líquido. Debemos tener en cuenta que el arroz con leche espesa cuando enfría, así que lo sacaremos un poquito antes de que alcance la textura elegida.
- Apartamos del fuego y sacamos las pieles de naranja y de limón y el palo de canela (si nos hemos decidido por echarla).
- Echamos en los recipientes en que vayamos a servir y dejamos enfriar. Cuando haya perdido el calor lo guardamos en la nevera.
- Servimos con un poquito de canela o con azúcar requemado. Para requemar azúcar necesitaremos un soplete (de cocina, ¿eh?) o un quemador específico para estos fines. No os he podido traer la demostración porque tenía el soplete sin gas, pero ¡con canela está buenísimo! Eso sí, si optáis por echarle canela no echéis el palo a la hora de prepararlo.
Notas.
- Como siempre los ingredientes los podremos variar a nuestro, si os gusta más o menos dulce tan sólo hay que añadir o rebajar azúcar.
- La mantequilla la echamos para dar un toque más cremoso al arroz, al igual que la leche evaporada. La leche evaporada es leche que se somete a un proceso de deshidratación, y se le extrae alrededor del 60% del agua, por eso es mas cremosa. La medida para la receta es justo la que llevan las botellitas que se comercializan. Se conoce también como leche Ideal (es la marca más conocida) y la hay en la mayoría de los supermercados.
- Quizá os preguntéis por qué se echa una pizca de sal a un postre dulce. Esto se suele hacer en muchos postres, porque acentúa los sabores. ¿Se nota? Pues no lo podría confirmar, pero prometo una investigación exhaustiva.
Tammy dice
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