No hay cosa que más rabia me dé que esas yemas de huevo que me quedan rodando por ahí cuando hago alguna receta que sólo precisa de claras. Mi procedimiento a seguir era meterlas en un bol con papel film y a la nevera. Inocente de mí. No tenía ni idea e ignoraba que cuando al día siguiente fuera a por ellas iban a estar duras y resecas.
No hace mucho encontré por la red la solución a este problema. Simplemente tenemos que guardarlas cubriéndolas con un poco de agua. En la nevera, por supuesto. De esta forma no se resecarán y podremos usarlas más adelante. Eso sí, no las guardéis más de 48 horas. Antes de ese tiempo hay que usarlas.
Por si os lo estáis preguntando (yo lo hice), no se pueden congelar, las yemas se estropean en el congelador.
Por el contrario las claras sí se pueden congelar. Simplemente las meteremos en una bolsa de congelar o en papel film y las llevaremos al congelador.
Cómo conservar yemas de huevo:
- Una vez separadas la yema de la clara cogemos la yema con mucho cuidado con una cuchara sopera.
- La guardamos en un frasco o bol. Para ello metemos la cuchara hasta el fondo del tarro y depositamos la yema suavemente en el fondo.
- Cubrimos con agua. Hay que echar el agua muy despacio y a ser posible por un lateral, sin tocar la yema, para que no se rompa.
- Cerramos el tarro con la tapa o cubrimos con papel film si la hemos guardado en un bol.
- Guardamos en la nevera un máximo de 48 horas.
- A la hora de utilizar simplemente la sacaremos con una cuchara.
Nota. Las impurezas blancas que quedarán flotando no son más que los restos de la clara del huevo, ¡no os asustéis por esos pequeños náufragos!
¿Qué os parece? A mí me ha resultado muy útil. El motivo de enseñaros este truquito hoy es que lo necesitaremos para mañana 🙂
Anita dice
Muy interesante!Nunca se me había ocurrido cubrirlas con agua.
Muchas gracias por el consejo 🙂
Me encanta como estás llevando tu blog, enhorabuena!!
Ana dice
¡Muchísimas gracias Anita! Jo, aunque os lo diga siempre, pero ¡no sabes la ilusión que me hace que me digas eso! Tengo muchísimas ganas de aprender y hacerlo bien y como no sé si lo estoy logrando me das unos ánimos enormes 🙂 Un besote!
María Jose dice
La verdad es que yo nunca sé que hacer con ellas, un estupendo consejo. Tienes un gran blog Ana.
Ana dice
Muchas gracias María José. No sabes la ilusión que me hace cuando me decís esas cosas. La verdad que aunque se conserven solo por 48 horas, a mí me ayuda bastante. Un abrazo.
Lizette dice
Cuanto tiempo logra conservarse la yema mediante este truco? 🙂
Ana dice
Buenos días Lizette. Lo tienes en la entrada. No es recomendable conservarlas más de 48 horas. Es poquito tiempo pero nos da un pequeño margen para no tener que usarlas al momento. Un saludo.
nellyfernandezhermosa dice
Muchas gracias por ese útil consejo; lo estaba necesitando. Dios la bendiga por compartirsus conocimientos con nosotras.
Ana dice
Gracias a ti por tus palabras Nelly. Un abrazo.
Isabel dice
Hola. La verdad es que las yemas si que se pueden congelar. Así lo hacen unos amigos míos que tienen una pastelería. Si te sobran yemas batidas añadeles 10% de sal o de azúcar (depende de lo que vayas a hacer con ellas) para que cuando las descongela no quede viscoso.
Ana dice
Qué bueno Isabel! Mil gracias por el apunte. La verdad que está genial para conservarlas más tiempo. Te hago una pregunta aprovechando la información de primera mano de pasteleros. ¿Sin añadir azúcar o sal hay forma de conservarlas? Por si no tienes claro que vas a hacer con ellas. Muchísimas gracias por la info!! Un abrazo!