¿Eres de los que cree eso de que los huevos cocidos huelen mal?
Yo hasta hace cuatro días sí lo pensaba. Llevo creyéndolo firmemente desde hace unos cuantos años. Remontémonos unos años atrás, al cumpleaños de uno de mis tíos. Como era un cumpleaños de esos de número redondo montamos una fiestecilla. Nos pusimos nuestras mejores galas y nos fuimos de espicha. ¿Sabéis lo que es una espicha? Una espicha en una fiesta asturiana en la que se sirve sidra a tutiplén y nos ponemos moraos a comer. Tortilla, embutidos, empanada, chorizos a la sidra, huevos cocidos… ¡Ajá! Ahí quería llegar yo. Huevos cocidos, muy típico de las espichas.
Total, que estábamos hablando tranquilamente cuando de repente llega un olor… ¡Buff, qué olor! ¡No lo olvidaré jamás! Y entonces dice uno de los invitados Lo siento, se me escapó… ¡Me quedé pasmada! Pero antes de que pudiéramos decir nada (menos mal, porque a ver qué dices en esa situación…) salta Que nooo, que han llegado los huevos cocidos, ¡jajaja! Tremenda revelación. No tenía ni pajolera idea de que los huevos cocidos, una vez pelados, olieran mal. Y si la tenía lo había olvidado por completo.
Seguí durante años creyendo eso firmemente, totalmente convencida. Porque sí, es cierto. Los huevos cocidos huelen mal, pero los MAL COCIDOS. No te invito a que hagas la prueba porque es un tanto desagradable. Así que hoy vamos a aprender a cocer un huevo correctamente, ¿qué te parece?
Existen muchas formas de cocer un huevo. Miento, en realidad existe una forma de cocer un huevo, con agua, pero los resultados pueden ser bien distintos. Distinguimos principalmente cuatro clases de huevos cocidos: huevo pasado por agua, huevo mollet, huevo duro-blando y huevo duro-duro. ¿Cuál es la diferencia? El tiempo de cocción. Según dejemos el huevo más o menos tiempo en el agua obtendremos un huevo duro-duro, en el que tanto la clara como la yema estén perfectamente cuajadas; un huevo duro-blando, con la clara y la yema cuajadas pero esta última con el centro cremoso, un huevo mollet, con la clara cuajada y la yema líquida; y un huevo pasado por agua, con la yema líquida y la clara cuajada ligeramente.
Lo primero que debes tener en cuenta es que el huevo tendría que estar a temperatura ambiente. Digo deberías y tendría porque no suele ser lo habitual. El huevo cocido se caracteriza por la rapidez de su elaboración, y si tuviéramos que sacarlo una hora antes de la nevera… perderíamos esa ventaja. ¿Es imprescindible? No. Cocer un huevo a temperatura ambiente es mejor porque así corremos menos riesgo de que se rompa la cáscara como reacción al cambio de temperatura, pero no por no hacerlo nos romperá indefectiblemente. Así que no hay que preocuparse. Lo que sí debes tener en cuenta es que un huevo frío tardará más en cocer que un huevo a temperatura ambiente, por lo que lo tendrás que dejar un par de minutos más en el agua.
Siempre corremos riesgo de que un huevo se rompa al cocer. El agua hirviendo hace que el huevo se mueva y choque contra las paredes del cazo. Para evitar esto debemos hacer una ebullición suave. ¿Cómo conseguimos esto? El agua una vez que ha alcanzado el punto de ebullición no va a alcanzar más temperatura por lo que nos sera muy útil bajar el fuego a un nivel inferior al máximo (que es el que solemos poner para calentar el agua) una vez que ha arrancado a hervir. Si aún así quieres ser precavido por si se agrieta, echa al agua un chorrito de limón o de vinagre. No le dará sabor al huevo y hará que si se agrieta el huevo y se sale la clara ésta se contraiga y selle la grieta.
¿Y qué me dices del pelado? No sé tú pero a mí me da una pereza tremenda pelar un huevo cuando le ha quedado la cáscara repegada. ¿Podemos evitar esto? Sí. Los trucos habituales suelen ser echar una cucharadita de sal al agua a la hora de hervirlo y sumergirlos en agua muy, muy fría una vez que están cocidos. Para garantizar la fría temperatura del agua puedes preparar un cuenco con agua y hielo.
Existe también otro truco que garantiza que no se pegue absolutamente nada. ¿¿Cuál es, cuál es?? Se trata de pinchar el huevo crudo con una aguja antes de echarlo a hervir. Debemos traspasar sólo la cáscara. Pero yo amigo, no me atrevo… Si tú tiene huevos… suficientes en la nevera para probar 😉 y muchas ganas y mucho pulso, ¡adelante!
Así que sin más demora vamos allá.
Ingredientes:
- Huevos.
- Agua.
- 1 cucharadita de sal.
- 1 chorrito de vinagre o limón.
- Hielo (recomendable).
Cómo cocer un huevo correctamente:
- Echa agua abundante en un cazo y lo ponlo a temperatura máxima. La cantidad de agua debe ser tal que el huevo esté cubierto con holgura.
- Cuando el agua esté a punto de alcanzar la ebullición añade una cucharadita de sal y un chorrito de limón o de vinagre. Esperamos a este momento porque la sal retrasaría la ebullición.
- Cuando el agua comience a hervir baja un nivel la temperatura (para mantener una ebullición suave) y echa el huevo. Ayúdate con una cuchara a la hora de introducirlo para no romperlo. Si has echado más de un huevo y se ha cortado la ebullición (por el cambio de temperatura) espera a que vuelva a hervir. Cuando vuelva a hervir el agua empieza a contar el tiempo. Según el tipo de huevo que quieras lo deberás tener más o menos tiempo. Las siguientes medidas de tiempo son para huevos tamaño L y que han sido sacados de la nevera apenas 5 minutos antes del hervido.
Huevo pasado por agua. 4 minutos desde que rompe a hervir el agua.
Huevo mollet. 6 minutos desde que rompe a hervir el agua.
Huevo duro-blando. 10 minutos desde que rompe a hervir el agua.
Huevo duro-duro. 12 minutos desde que rompe a hervir el agua.
- Si cociéramos el huevo durante más tiempo correríamos el riesgo de que coja mal olor y un color nada apetecible. Cuando un huevo ha cocido demasiado tiempo la yema tiende a desarrollar un color verdoso. Esta tonalidad se aprecia sobre todo alrededor de la yema.
Nota. Hay veces en las que nos gusta que la clara del huevo quede centrada. Para conseguirlo podemos remover el agua con una cuchara durante el primer par de minutos de la ebullición. El movimiento hará que la yema se centre. Como apunte debemos tener en cuenta que un huevo fresco tenderá siempre a tener la yema más centrada que un huevo que ya tiene unos días, porque en este caso la clara ha perdido consistencia.
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María de La cajita de música dice
No tenía ni idea, muchas gracias por la información!
Ana dice
Gracias a ti!! Con lo que me gusta leer que os es útil 🙂
Nacho dice
Añadiría el huevo cocido a baja temperatura…. Es… Raro pero en realidad es fácil de hacer y es muy peculiar.. Ha conseguido sustituir mis huevos fritos cuando no quiero algo graso. Me encanta la web
Ana dice
Mil gracias Nacho. Habrá que probarlo, nunca lo he hecho. Y eso que lo he escuchado muchas veces. Me sorprende que haya tanta diferencia. Lo probaré sin duda.
Andrea dice
Ese huevo se llama poché, tiene su técnica si… no es llegar y poner una sarten con agua y tirat el huevo 🙂
Ana dice
Buenos días Andrea. No quisiera hablar por Nacho pero no creo que se refiera a lo mismo. El huevo poché es el que hacemos del siguiente modo. Se echa en una olla con agua que ha alcanzado la ebullición, pero no a borbotones. Se le añade un poquito de vinagre y viertes el huevo sin cáscara. Con una espumadera vas moviendo el agua para que la clara envuelva al huevo y lo sacas. El vinagre es el que ayuda a que el huevo quede recogido. También puedes meter el huevo en papel film (sin cáscara) e introducirlo así en el agua, de este modo te olvidas de darle forma. La idea es que la yema quede cruda y la clara cuajada pero no en su totalidad.
Sin embargo la técnica de la baja temperatura es como su nombre indica, cocer a una temperatura más baja de lo habitual. Es como cuando hacemos un pollo asado a 60ºC durante 3 horas. Así queda mucho más tierno. En el caso de los huevos cocidos, se trataría de cocerlos en agua a una temperatura de 65º durante 40 minutos. De este modo queda mucho más meloso.
Espero hacerte ayudado. Un abrazo y feliz año.