Realmente no tenía muy claro cómo clasificar esta receta. Arroz blanco, cómo hacer arroz blanco sabroso, cómo cocer arroz blanco… El arroz blanco es como el pastel de carne y como la tortilla de patata, cada persona tiene su forma de hacerlo. Yo, como no podía ser de otra manera, te voy a enseñar la mía.
Mucha gente se queja de que el arroz blanco es insípido, difícil de comer y soso. Pues yo no, a mí me gusta mucho. Pero claro, hay formas y formas de hacerlo. No diré que yo tengo la mejor forma de hacerlo del mundo mundial ni que sea la forma correcta, pero haciéndolo así nunca me aburre.
Existen dos formas de hacer arroz blanco que podríamos llamar así: hervido con mucha agua, o hervido con poca agua. Me gusta definirlo así porque es cómo se hace el arroz, se hierve con agua. Ahora bien, podemos hacerlo con mucha agua, como si hiciéramos pasta, o con el agua justa, como si fuera una paella. A mí me gusta hacerlo de la segunda manera.
Al cocer el arroz con mucha agua perdemos mucho sabor y a mí me gusta que el arroz tenga el sabor característico del almidón que desprende. Por eso te voy a dar mi versión del arroz blanco.
Para hacer el arroz blanco con poca agua o en sartén (como llamo yo) lo primero que debes tener en cuenta es que el arroz hincha. El arroz hincha tanto que absorbe hasta tres veces su peso en agua. Sí, tres veces. Yo siempre había oído que para hacer arroz había que echar 1 parte de arroz por 2 partes de agua. Y lo hice así toda mi vida, pero siempre tenía que añadir algo más durante la cocción. Así que cuenta que el arroz absorberá entre 2’5 y 3 veces su peso en agua (dependiendo del tipo de arroz).
El arroz tiene muchas leyendas urbanas, o muchos trucos particulares. Hay quien dice que no se pega si lo lavamos previamente con agua, hay quien dice que no hace falta lavarlo… Cada maestrillo tiene su librillo. Yo no lo lavo y… no hay problema oiga.
Otro truco que me gusta emplear para hacer el arroz consiste en sofreírlo antes con un poco de aceite de oliva. Dicen que de esta forma no resulta un arroz pegajoso. No te puedo asegurar que sea por eso, lo que sí nos proporciona esto es un arroz más sabroso.
Lo que te aconsejo es que si quieres un arroz más suelto, para ensaladas o como guarnición, uses un arroz vaporizado. ¿Te acuerdas de cuál es? Aquel con el que metía la pataza con el arroz con leche.
O, si no quieres usar arroz vaporizado, lo que debes hacer para que quede suelto es hervirlo con mucha agua, como si de pasta de tratara. Pero, como te dije antes, perderás sabor.
Y dicho esto vamos allá.
Ingredientes (para dos personas):
- 160 gr de arroz blanco bomba.
- 480 gr de agua.
- 1 diente de ajo.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen.
- 1 cucharadita de postre rasa de sal.
Elaboración:
- Pon una sartén con el aceite de oliva a fuego medio.
- Mientras calienta prepara el ajo. Pélalo y lo córtalo en láminas finas o bien picadito, al gusto.
- Una vez que el aceite esté caliente añade el ajo y sofríe.
- Cuando el ajo empiece a coger color añade el arroz y deja hacer durante un par de minutos mientras remueves con una espátula para que no se queme.
- Pasado este tiempo añade el agua hirviendo y la cucharadita de sal. Remueve bien y deja hacer durante 7 minutos a fuego fuerte.
- Pasado este tiempo baja el fuego y deja hacer 8 minutos más.
- Dice la tradición que el arroz no se debe mover mientras está cociendo, pero pudiera ser que nuestro fuego no reparta bien el calor por toda la sartén. De ser así puedes moverlo un poco, empujando los granos de los bordes hacia el centro de la sartén. Pero no debes pasarte al moverlo o el almidón que desprende lo convertirá en una pasta.
- Deja hacer esos 8 minutos, hasta que absorba el agua. Momento en que lo dejaremos reposar. Es conveniente tapar el arroz con un paño en el momento del reposo. De este modo los granos de arriba terminan de hacerse con el calor residual. Dejamos así 10 minutos.
- Destapa y sirve.
Notas.
- Si vas a usar la misma espátula con la que has removido el arroz para apoyar el paño la lávala previamente, o el almidón hará que la espátula se pegue al paño.
- Si no te gusta el ajo no importa, no lo eches, al sofreír el arroz con el aceite de oliva conseguirás un arroz sabroso igual. También puedes usar un poco de cebolla picada, calabacín, zanahoria… ¡lo que se te ocurra!
¿Sabías que… ?
El almidón es el único polisacárido vegetal asimilable por el cuerpo humano. Es muy fácil de asimilar y aporta grandes beneficios al organismo, como la energía necesaria para afrontar el día a día.
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Silvia dice
Hola Ana! Acabo de conocerte y me ha encantado tu rinconcito en la web!! Haces el arroz blanco igual que yo! Que rico está!!!
Ana dice
¡Muchas gracias por tus palabras Silvia! La verdad es que a mí así me encanta, le saca todo el saborcito 🙂 ¡Un besazo!
Laura dice
Que gracia!!! Yo también hago siempre el arroz así y me encanta, lo aprendí de mi madre, y como bien dices me encanta el arroz y no me aburro. Sin embargo lo he comido en otros sitios sólo hervido “con mucha agua” y la verdad es que no es lo mismo…
Ana dice
¡Está riquísimo así! La verdad que hervido con mucha agua es como… ¡no comer nada! Jejeje. Yo también lo aprendí de mi madre, qué haríamos sin ellas 🙂 ¡Un abrazo!
pablo dice
¿para qué sirve el paño sobre el arroz, una vez apagado el fuego?
Ana dice
El arroz no debe tocarse mucho a la hora de cocinarlo porque si no suelta el gluten y quedaría pegajoso, o cremoso, por eso el risotto se remueve tanto. Aún así yo lo muevo un poco, lo mínimo y con mucha suavidad, para que esto no pase, ya que, como el fogón de la vitrocerámica es más pequeño que el recipiente, así logro que se haga por todas partes.
A lo que iba. Como el arroz apenas se toca es probable que los granos de abajo se hagan más que los que quedan arriba (ya que están en contacto más directo con el calor), y los de arriba pueden resultan un poco duros. Lo tapamos con un paño para que los granos de arriba terminen de hacerse, se hacen con el calor que se concentra. Y ha de ser un paño porque es poroso, y así evitamos la condensación de agua al filtrarse el vapor.