Ajedrea #retoespecializate2

Quizá nos suene la ajedrea (la ajedrea de jardín) porque es una de las especias que conforma las famosas hierbas provenzales. Tiene un ligero sabor picante, a pimienta, y recuerda al tomillo y al orégano, por lo que nos va a combinar perfectamente con las elaboraciones a las que le añadamos estos.

Las hojas jóvenes y los brotes de la ajedrea pueden recolectarse todo el año, pero el aroma alcanza su mayor intensidad poco antes y durante la floración. En verano podremos encontrar la ajedrea fresca en el mercado, pero el resto del año debemos conformarnos con la ajedrea seca.

En cuanto a las propiedades hay que señalar que favorece la digestión y es expectorante y antiséptica, por lo que tomada en infusión nos vendrá muy bien para tratar problemas digestivos y digestiones pesadas. Debemos tener en cuenta estas propiedades a la hora de cocinar. Pensad que la propiedad de favorecer la digestión no solo nos ofrece la posibilidad de hacernos una infusión después de comer para que resulte menos pesada, si no que podemos aprovecharla en el plato. ¿Por qué no añadir ajedrea a un plato de esos que ofrecen digestiones pesaditas? Eso digo yo, ¿por qué no? ¿Por qué no le añadimos ajedrea a un plato de legumbres que tanto nos cuesta digerir y así aprovechamos sus propiedades desde el primer minuto?

Que tampoco es que os lo diga por aprovechar las propiedades digestivas y punto, os lo digo porque el sabor le va perfecto a platos de alubias, de lentejas… Tened en cuenta que el sabor que tiene es muy potente, por lo que debemos ser comedidos en su racionamiento. Además de en platos de legumbres, se utiliza en platos de carne grasa por la misma razón, sobre todo en guisos y en platos a base de embutidos. Lo mismo ocurre con los platos de col y las setas, que son un poco indigestas. ¡A las setas y a los champiñones les va genial!

Dada su cualidad de ser una de las especias que conforman las hierbas provenzales podemos incluirlas en platos donde echaríamos estas, como platos de pasta o platos a base de verduras. ¿Os suenan los tomates a la provenzal? Se trata de partir los tomates a la mitad y cubrir la parte de la pulpa con un majado de ajo con aceite, sobre esta mezcla se espolvorea pan rallado y se hornea, para que quede como gratinado. ¿Por qué no incluir un poco de ajedrea en esta mezcla de pan rallado? También va perfecto con unas judías verdes o unos guisantes con jamón. Siempre que hagáis un plato con verduras acordaos de esta especia. No os digo que la echéis a todos por supuesto, pero probad que de eso se trata.

Podemos añadirla a ensaladas. Incluso en su versión fresca de hierba aromática podemos echar la hoja directamente en la ensalada.

También va muy bien con pescados azules, como la caballa y las sardinas. No sé a vosotros pero yo pienso en unas sardinas a la parrilla espolvoreadas con ajedrea y se me hace la boca agua.

Y es perfecta para platos de caza que, además, nuevamente por el tema de la digestión nos va a ir perfecta. Para platos de conejo, perdiz, codorniz, cordero… Y, ¿por qué no? Pollo. No, no es un plato de caza, pero un pollo asado a la ajedrea en lugar de tomillo, o unas alitas de pollo al horno adobadas con un majado de ajo, aceite y ajedrea tienen que estar para lamer el plato.

¿Y si no me atrevo? ¿No puedo integrarla poco a poco para ir probando?

Claro que sí. Una opción buenísima en estos casos para integrar una especia desconocida en nuestra dieta es la de mezclarla pulverizada con el pan rallado y usarla para empanar carnes y pescados. En este caso concreto tiraría más por la carne que por el pescado, ya que al tener un sabor tan intenso puede matar el sabor de los pescados blancos, que son los que usamos para empanar. Si optáis por este truco empanad unos filetes de pollo por ejemplo, pero sed comedidos con la dosificación porque, como con el pescado blanco, corremos el riesgo de camuflar todo el sabor (aunque sinceramente unos filetes de pollo o son muy buenos o no saben a nada).

Y si seguís siendo un poco reticentes siempre tenemos la opción de las patatas. ¡Las patatas valen para todo! Probad a confitar unas patatas con un poco de ajedrea, como hicimos en su día con el tomillo, el romero y el laurel.

Atreveos también a usarlas con revueltos de huevos y platos picantes.

Conviene que las hierbas aromáticas las echemos siempre al final de la cocción para que no pierdan sus propiedades, ya que son más delicadas que las secas. Así que en el caso de la ajedrea yo echaría un poquito (porque tiene un sabor muy intenso) los últimos 10 minutos de cocción y listo. Sin embargo si queréis un sabor más sutil podéis echarla al inicio para que con la cocción se vaya rebajando un poco el aroma.

En cuanto a su uso como especia (en seco) ya hemos visto que podemos usarla para adobos, molida y mezclada con el pan rallado o directamente en platos de verduras, setas, patatas, carnes… Mi recomendación es que la echéis, al igual que la seca, los últimos diez minutos de cocción, para aprovechar toda su potencia. Aunque la ajedrea aguanta el calor mucho mejor que la albahaca o el orégano que ennegrecen con el calor. Así que os lo dejo a vuestra elección.