Hace no mucho tiempo, visitando a un amigo en su trabajo (es cocinero) me vi en la situación que os voy a comentar.
Prueba esta mermelada a ver qué te parece.
¡Parece comprada! ¡De las de bote!
Serás cabrona…
No era mi intención para nada. Es más, era un halago. Es cierto que lo casero siempre supera a lo industrial, pero hay veces que necesitamos una referencia. No sé si me explico. Mirad los locos de la Nocilla-Nutella. Estoy segura de que siempre buscarán una crema de cacao casera que sepa igual, y si no sabe igual, ya no es lo mismo, ya no es la bomba (por cierto, os recomiendo probar esta crema de cacao). No sé por qué pero no es lo mismo. A mí sólo me pasa con las porquerías saladas, patatitas y esas cosas. Para lo demás, prefiero mil veces esa distinción que le da lo casero. Aún así, no deja de ser un halago. Es como si dijera:
¡Tío! ¡Acabas de emular lo que hace una industria altamente preparada!
No lo puedo evitar, mi mente funciona así. A día de hoy me sorprenden esas cosas, que podamos emular 100% lo industrial, porque me encanta poder hacer cosas evitando los aditivos, conservantes, colorantes y todas esa mierdas. Soy muy… ¿naturista? O tiquismiquis, como lo queráis llamar.
Hoy os traigo una receta con la que vais a decir:
¿Cómo es posible que lo haya hecho yo? ¡Parece comprado!
Y va a ser todo un halago. ¿Habéis oído hablar del adobo tandoori? Es el adobo con el que suele venir la mayoría de la carne que compramos en el supermercado en bandejitas. Ese adobo rojo que está tan bueno y parece malísimo para la salud. Ese es el adobo que os traigo.
El adobo tandoori se hace con una mezcla determinada de especias, que se denominan tandoori masala y que suelen variar ligeramente según la región donde se haga. Esta mezcla de especias procede de la India y de Pakistán y se usaban originariamente en los platos que cocinaban en el horno tandoor, una especie de horno de barro de forma cilíndrica que funciona con carbón vegetal.
Este es el momento de empezar a ser un poco friki de las especias. Estaréis hartos de que no pare de deciros que os atreváis a usar especias diferentes a la hora de cocinar, que es lo que va a distinguir un plato de otro. Sé que es complicado saber con qué combina cada una, pero por eso debemos probar y probar. Si vuestro especiero todavía no pasa de la pimienta blanca y negra, orégano, albahaca, perejil, tomillo y romero, es el momento de arreglarlo. Hoy en día existen tiendas especializadas, las especierías, donde suelen tener de todo con una calidad muy buena. Por si os ayuda a los que sois de Gijón, yo me aprovisiono en la especiería A Granel. Es hora de perder el miedo. Antes de empezar en este mundillo no me podía ni imaginar todas las especias que existen. ¿Cardamomo? ¿Qué es eso? Si me extrañaba el nombre al olerlo ya aluciné. ¡Huele a colonia! Es lo primero que dije. La frescura del jengibre, el sabor y el poder colorante de la cúrcuma, el olor y falta de picante de la pimienta rosa… Y podría seguir y seguir.
Hoy nos vamos a limitar a las especias típicas de esta receta hindú, pero os aseguro que si os animáis os va a sorprender, ¡parece comprado! 🙂
Ingredientes:
- 2 vainas de cardamomo peladas (usaremos sólo las semillas).
- 10 gramos de pimentón (mezcla de picante y dulce, más proporción de dulce).
- 1 cucharadita de café de cúrcuma.
- 5 gramos de comino.
- 1 cucharadita de café de jengibre rallado.
- 2 cucharaditas de café de canela molida.
- 1 cucharadita de café de pimienta negra molida.
- 3 clavos.
- 1 pizca de sal.
- 1 diente de ajo.
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva.
- Zumo de un limón.
- 1 yogur natural.
Elaboración:
- Ponemos en un mortero todos los ingredientes menos el zumo de limón, el aceite y el yogur natural, es decir, los ingredientes secos. Echamos todas las especias y el diente de ajo pelado y picado en brunoise (para que sea más fácil el majado). Majamos bien en el mortero.
- Cambiamos la mezcla a un bol y añadimos la cucharada de aceite, el zumo de limón y el yogur natural.
- Mezclamos bien con una espátula y rectificamos de sal por si nos hubiera quedado soso.
- Dejar reposar un mínimo de 3 horas para que aposenten los sabores, aunque es mejor dejar reposar de un día para otro.
- Utilizar.
Notas.
- No especifico la proporción de pimentón picante y dulce porque es algo muy personal. Hay incluso a quien le gusta con todo el pimentón picante, a mí me parece una barbaridad. Yo echo una proporción de 40% picante, 60% dulce. Pero a gustos.
- Os había comentado en su día que para hacer salsas de yogur era mejor usar yogur griego, que el normal parece como cortado al removerlo. Es así, pero en este caso no hay problema. Yo he usado griego porque es lo que tengo siempre en casa, pero podéis usar cualquiera.
- Con estas cantidades da para mucho adobo, para un plato sopero.
jose raul dice
como buen seguidor aqui me tienes y como no soy aficionado al chocolate lo que puedo decir es que me parece muy bien eso de hacerlo en casa seguro que esta buenisimo
Ana dice
Yo también paso de Nocilla-Nutella, pero la casera me gusta, por eso de tocar las narices. Y el adobo más de lo mismo. Si no toco las narices del todo no quedo a gusto 🙂
Nacho dice
Hay dos alimentos que no como uno no me gusta.. y el otro lo odio y me produce arcadas… algún trauma infantil supongo. Pues si…. la nocilla en fin… que se le va a hacer. no tengo en mi memoria el sabor del tandori, aunque lo he comido pollo tandori varias veces. Estaré atento a ver… Con lo que si que estoy totalmente de acuerdo es en que la comparación con productos industriales puede ser un fuerte halago muchas veces, sobre todo al inicio. Muchos no tenemos mas que el referente industrial de un determinado producto, y está claro que muy probablemente haya un producto casero superior, pero no lo conozco!!! Me encanta el yogur griego industrial, …. si hiciera yogur me gustaría que saliera así. Si fuera griego seguro que me parecería una mierda en comparación con el de mi madre…. Y mejor no hablo de lo que se vende por ahí como “paella”… incluyendo en la propia valencia…
Ana dice
¿Pues sabes que hay gente que los hace? Los yogures griegos me refiero. En su casa. Es tan fácil como hacer yogur normal y ponerlo en una estameña para que se filtre el suero. Después de dejarlo en la estameña unas horas en la nevera nos queda en el paño el yogur griego y el suero abajo. Es un poco latoso y, la verdad, que con lo rico y barato que está en el súper no sé si merecerá la pena. Otra cosa que no me gusta mucho de hacer yogures es que, para hacer yogur se necesita entre los ingredientes un yogur… Como cuando definimos una palabra con la misma palabra. Vale, que se hace así, pero… no me gusta. Mira, te dejo el enlace de una receta de yogur griego por si te animas.
http://www.directoalpaladar.com/recetario/receta-de-yogur-griego-casero
Mi espinita son las patatitas caseras, que en casa no hay manera 🙂
Cristina dice
Me encanta la receta, me la quedo que seguro que triunfó con ella.
Besos crisylaura.
Ana dice
Muchas gracias Cris!! Un besote 🙂
Pilar dice
Vaya pinta!!! en cuanto pueda lo hago!!!!
Ana dice
Cuánto me alegro Pilar. Mil gracias! 🙂